El Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar sigue sufriendo el asalto de especies invasoras. En la mayoría de los casos, han llegado hasta su extensión territorial o sus aguas mediante la mano del hombre.
Una de las últimas en llegar ha sido el Pennisetum setaceum. Original de África Oriental, esta planta, que es muy vistosa y se coloca como adorno de jardinería, ha invadido zonas habitadas. En la primavera del año pasado la Consejería de Medio Ambiente hizo una acción para erradicarla en las laderas de la montaña situada sobre el puerto de San José, en el Cerro de Enmedio. Han pasado unos meses y la planta vuelve a hacer acto de presencia. Quizás porque el momento de retirarla no era el más adecuado y se permitió que esparciera sus semillas por la zona. Lo más peligroso es que domina en el territorio al esparto.
En el mar nos encontramos la Caulerpa racemosa, que es un alga verde. Esta alga asesina se encuentra en muchas regiones alrededor del mundo y llegó al Mar Mediterráneo en el año 1990. No está demostrado científicamente, pero se comenta que comenzó su extensión por este mar tras una fuga producida en un acuario marino. El peligro de la Caulerpa racemosa es que se extiende por el fondo marino y elimina las praderas de posidonia.
Del suroeste atlántico ha llegado un coral, la Oculina patagonica. Un equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas la ha descubierto en un acantilado submarino de Almería y sospecha que se extienden por amplias zonas del mar mediterráneo, en la costa del sureste español. La Oculina patagonica es un coral propio de aguas de mares templados, y ahora se encuentra en puntos del litoral español.
También está en nuestras aguas el Percnon gibbesi, un crustáceo decápodo de la familia Percnidae, aunque todo el mundo los conoce popularmente como cangrejo araña o marañuela. Comenzó a verse en aguas italianas, para después trasladarse a las Islas Baleares, Murcia y Almería. Asociación Amigos del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar |