Algunas veces se huele
a azufre, pero no es que nos acompañen
las brujas y brujos, es que la central térmica
de Carboneras desprende, entre otras muchas sustancias
tóxicas y altamente nocivas para la salud,
azufre. No sólo se huele, se ve. ¿Quién
no ha visto en los atardeceres delinearse contra
el horizonte del mar una franja amarilla? Pues
sí, ésa que creíamos que
era una de las singularidades tan bellas de nuestros
atardeceres en el Parque, es una mancha de contaminación,
que se extiende muy, muy lejos. Cuando la luz
y las condiciones climáticas lo permiten
nos acompaña hasta Almería y, claro,
llega más lejos, a otros países,
y se mueve, según el capricho de los vientos.
Pero esto es sólo lo visible, hay mucho
más.
Eso explica que Greenpeace,
desde el primer momento pusiera el grito en el
cielo con esta central, porque es uno de los primerísimos
focos más contaminantes de Europa. Hace
más de una década que Greenpeace
visitó la central y sus activistas se colgaron
en las chimeneas y fueron procesados por ello.
Que sepamos, no hay estudio alguno que explique
a los habitantes de Carboneras, a sus vecinos
y visitantes cómo les está afectando
a la salud. Qué pena que la publicidad
de Carboneras, ya en prensa nacional, no pase
de presentar invariablemente la torticera fotografía
publicitaria de la Playa de los Muertos, que sólo
enseña su lado de poniente y no la vista
de levante, con ese puerto industrial al fondo,
o la foto de la casa del laberinto sin que se
vea dónde ha quedado encastrada esa muestra
de arquitectura tan significativa y valiosa. Los
turistas todavía no han llegado a la demanda
por publicidad engañosa, pero todo se andará,
y si no al tiempo.
Con el transcurrir del
tiempo, la central ha ido creciendo. Del primer
grupo, se pasó al segundo, y ahora se anuncia
el tercero. Ya se ha depositado fianza, lo que
significa que la ampliación al tercer grupo
es una realidad.
Sabemos, lo hemos podido
comprobar todos, que su Ayuntamiento está
algo más que empeñado en el desarrollo
urbano y turístico del municipio, tipo
El Algarrobico; sabemos que afirma que no quiere
el tercer grupo de Endesa, pero vemos una diferencia
tan abismal de despliegue de medios y esfuerzos
para promocionar lo uno y desaprobar lo otro,
que la ampliación de la Central les puede
parecer un inconveniente menor.
Es difícil alcanzar
a comprender qué mantiene en la más
absoluta inactividad a los habitantes de Carboneras
y de mucho más lejos. Porque este no es
un tema ecologista, no lo es en exclusiva (y habrán
cumplido sus deberes de presentar las correspondientes
alegaciones y oponerse), es un problema inmediato
de salud pública.
Amigos del Parque
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