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La
sal de la vida |
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José Angel Valente
nos evoca la belleza del Cabo de Gata a través
del libro " La Memoria y la Luz" con
las siguientes palabras:
" Tal vez no sea aún
suficientemente conocida la peculiar belleza de
la región natural de Cabo de Gata-Níjar,
inscrita en un triángulo cuya base podría
estar en una línea trazada desde Carboneras
a Torre García y cuyo vértice entraría
por el faro en el mar. Tierra árida batida
por los vientos y erosionada por la violencia
súbita de las lluvias: tierra de Cabo de
Gata. Belleza solitaria de las dunas, cercadas
de matorrales espinosos de azufaifes. Quietud
del atardecer en las salinas, bajo el vuelo tendido
de la avoceta o el súbito deslumbramiento
de color y de
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líneas
con que despegan los flamencos rosados, acaso
- según se ha dicho - una de las más
bellas aves de la Tierra. Altura y latitud de
la sierra, habitada por el roquero o pájaro
solitario y el águila perdiguera que anida
en los cantiles. Fragmento o supervivencia - gravemente
asediada - de cuanto en la costa mediterránea
española ha sido ya irremediablemente destruido.
Todavía encontramos en esta tierra un espacio
real donde la naturaleza parece reconocerse a
sí misma y donde el hombre puede, a su
vez, reconocerse en ella. Reserva inapreciable
de belleza, paraje que invitan a la quietud del
ánimo, a la contemplación o al despacioso
movimiento sumergido en el que toda creación
tiene su origen. Lugar donde se aposenta y vive
con todo su poderío la luz. Dominio y extensión
del aire y latitud sin mengua del mirar. No sabríamos
decir cuánto debemos ya a esta luz, que
puede ser alta y terrible como un Dios o declinar
como animal de fuego hacia el crepúsculo,
arrastrando con ella todo el cielo hacia la línea
donde no acaba ciertamente el mar "
Quería
compartir con todos vosotros la emoción
que siento al leer este texto justo en la zona
de las salinas del Parque. Hasta aquí he
llegado desde el pueblo de San Miguel de Cabo
de Gata, tomando la larga recta que, tras pasar
por la Almadraba de Monteleva, llega a La Fabriquilla.
Pasada ésta se encuentra la puerta de entrada
del agua marina, que aprovecha el viento de levante
para circular por un canal de 5 km.; que junto
a cantidad de peces, crustáceos, plancton
y diversos organismos son conducidos hasta los
estanques.
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El primer charcón
se encuentra cerca del pueblo del Cabo de
Gata. Desde éste se va pasando agua
a los otros. De tal forma que el último,
cercano a La Fabriquilla, posee muy poquita,
por lo que se puede ver perfectamente la
sal, la cual ve la luz por efecto de la
evaporación y concentración
de una cantidad mayor de sales con el transvase
entre los distintos estanques. Del último
estanque la sal se extrae por cristalización,
con ayuda de unos calentadores, por los
que pasa antes de ir a los montones que
se ven junto a la carretera. En éstos
se limpian de tierra y de impurezas, para
su posterior comercialización.Ya
se extraía y vendía en la
época de los romanos y, anteriormente,
en la de los fenicios. Aunque nos sorprenda,
el país que demanda más esta
magnífica sal es Islandia.
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Foto:
Las Salinas de Cabo de Gata, © Ana Cuesta |
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Algo muy destacable es
que la zona constituye un área de reserva
de aves como: flamencos, avocetas, cigüeñuelas,
etc. Alli encuentran un hábitat idóneo
para alimentarse y establecer sus zonas de cría.
No son áreas de nidificación. Sin
embargo un biólogo del Parque nos ha comunicado
que las avocetas ya han puesto huevos, constituyendo,
por consiguiente, la primera comunidad estable
de aves, ya que la mayoría son migratorias.
Se queda uno extasiado observando todo lo que
nos rodea. Aquí me puedo quedar, o bien
rodear toda la albufera avanzando hasta La Fabriquilla
y, antes de llegar a ésta, tomo un camino
a la izquierda que nos conduce justo por el otro
lado de los charcones. La vista que se nos ofrece
desde esta zona es muy bonita, se presta a la
reflexión y a la contemplación sin
límite ni cansancio del paisaje. Con la
iglesia de La Almadraba de Monteleva al fondo
(del año 1907) y la sinfonía de
colores del agua de los estanques, que en función
de su concentración de sal se tornan de
azul a rosados, no puedo evitar hacer un alto
en el camino y volver a leer las líneas
que nuestro amigo, y siempre vivo en el recuerdo,
José Angel Valente nos obsequiaba en el
inicio de este texto.
Julián
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¡Participa
en las rutas de senderismo de la Asociación!
Amigos del Parque organiza
periódicamente rutas de senderismo, una
buena ocasión para disfrutar de este maravilloso
entorno del Parque y de nuevos encuentros.
La ruta de Semana Santa,
el sábado 10 de abril, nos llevará
de Rodalquilar al Cerro Peñones.
La siguiente ruta del
domingo 9 de mayo es una ruta sorpresa. Encontrarás
todos los detalles de organización en la
agenda.
Anímate, te esperamos...
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