Ya está aquí el
nuevo Eco del Parque. Ha pasado poco tiempo desde que
sacamos el anterior número porque la Semana Santa
se celebró tarde este año. Ya era hora
que el verano se instalara en nuestro Parque, después
de la muy nublada y lluviosa primavera.
Pese al órdago y cambio
radical de discurso de La Junta de Andalucía,
la enorme pirámide del hotel del Algarrobico
sigue erguida sobre la playa, a la espera de novedades
que aclaren la cadena de despropósitos que permitió
su construcción; eso sí, el tiempo nos
va dando la razón pasito a pasito y podemos celebrar
un primer éxíto importante con la paralización
de las obras. El nuevo PORN sigue su camino, supuestamente
leyéndose nuestras alegaciones y las de los demás
afectados para obrar en consecuencia, ojalá fuese
cierto. Marina de Agua Amarga ha sido denunciada en
Europa pero sigue siendo una de las mayores amenazas
que tiene nuestro entorno. ENDESA no termina de aclararse
con sus OPAs pero sigue tratando de colocarnos el tercer
grupo de ciclo combinado en las mismas puertas del Parque
Natural.
Por otra parte, y hablando de
cosas más agradables, el lunes 14 de agosto,
celebraremos nuestra Asamblea anual y nuestra fiesta
de verano, como siempre, en el Cortijo La Loma
de La Isleta del Moro. Organizaremos proyecciones
de cine en el Castillo de Los Escullos este
verano y nuevas rutas de senderismo
en el otoño, que son algunas de nuestras actividades
lúdicas favoritas. Además, es agradable
ver cómo el Albiac empieza a llenar el Parque
de artistas y de exposiciones, dando color a esta joya
de la naturaleza. Desgraciadamente los esfuerzos en
la conservación del Parque son pocos y no vemos
cambios en la política de la Consejería
de Medio Ambiente.
En fin, lo mejor que podemos
hacer es disfrutar de nuestro bello Parque en verano,
con su sol, su cielo despejado y sus magníficas
playas, únicas en las costas de Europa; que este
año se unen al paisaje cultural que se amplia
notablemente. Pero ojo, que el verano trae sus problemas
clásicos de masificación, atascos de tráfico,
aumento de vertidos, acumulación de embarcaciones
y motos de agua, etc, etc, etc. Disfrutemos de nuestro
entorno respetuosamente y estemos atentos para que nadie
lo dañe más de lo estrictamente necesario,
que nuestro Parque es muy frágil y nuestras costumbres,
por desgracia, demasiado destructivas.
Redacción de El
Eco
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