En fin, lo de siempre,
y siempre surge la misma pregunta: ¿son
necesarios tantos esfuerzos personales y dinero
de particulares y asociaciones ecologistas para
que la administración se vea obligada,
siempre tarde y cuando se consigue, a defender
la legalidad? A veces este cambio de postura de
la administración llega tarde, porque el
daño ha sido irreparable. Esto sin duda
está sucediendo con el hotel de El Algarrobico,
y deberíamos echarnos las manos a la cabeza
cuando un alto responsable, como el secretario
de organización del PSOE, dice en prensa
que la intervención de la administración
en este sucio asunto ha venido impuesta por
el clamor popular. ¿Esto es realmente
lo que se necesita para que nuestros políticos
defiendan la ley en materia urbanística
y de espacios protegidos? ¿para cada uno
de los desmanes, uno por uno, es necesario ese
clamor popular?
Hay que preguntarse pues
¿para qué y a quiénes sirven
los políticos? En el caso de este Parque
Natural la bestia negra es la administración
medioambiental de la Junta de Andalucía.
Todos conocemos lo difícil que es mover
un dedo en este Parque sin el consentimiento de
la Delegación de Medio Ambiente o de la
Dirección del Parque, pero para otros es
facilísimo construir hoteles ilegales a
20 metros de la orilla del mar y con más
de 20 plantas de altura teniendo que haber demolido
para ello varios montes, una rambla de alto valor
ecológico, etc. Recordemos que ninguna
de las asociaciones implicadas en este Parque
por el momento ha pretendido cambiar la ley, es
decir, evitar que se construya donde es legal
hacerlo o la instalación de un invernadero
en zona reservada a este cultivo industrial, sólo
se pretende que se haga cumplir la legalidad vigente.
¿Qué nos queda, pues, que hacer
para que no empiecen las obras en Marina de Agua
Amarga?
Otro tanto de lo mismo
sucede con el SAU AA-2 de Agua Amarga. Según
nuestros cálculos a partir de la cartografía
oficial de 1994, este suelo sólo tiene
una pequeña parcela en suelo urbano, todo
lo demás está en suelo protegido,
no urbano, y de catalogación C1 de cultivos
tradicionales. El Ayuntamiento de Níjar
ya ha sacado a exposición pública
la aprobación inicial del plan parcial
de este sector. Vuelta a empezar: reclamaciones
administrativas al Ayuntamiento, la Junta y Obras
Públicas y, si nos dejamos llevar por una
experiencia invariable, silencio de las administraciones.
A partir de este momento recursos en los tribunales
y, entre tanto, a acelerar los trámites
por si acaso a algún tribunal se le ocurre
darnos la razón. ¿Otra vez tendrá
que levantarse un clamor popular?
Amigos
del Parque
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