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© Romualda Bogaerts
© Rainer Brosig
© Angelika Adam
© Anne Kampschulte

EXPOSICIÓN COLECTIVA DE PINTURA Y ESCULTURA EN LA SALA DE EXPOSICIONES EN RODALQUILAR
Angelika Adam, Romualda Bogaerts, Rainer Brosig, Anne Kampschulte

Inauguración: 6 de agosto 2004 a las 21.00h.
Clausura: 19 de agosto 2004
Horario: todos los días 21.00h – 23.00h

En el año 1995 inauguré la primera exposición de pintura y escultura en Rodalquilar. Había muchos artistas en la zona, inspirándose con este insólito paisaje que para muchos de nosotros posee una gran belleza. Trabajaban aquí, pero sus creaciones fueron vistas y admiradas en otras partes de España o del mundo. Quisiera que todos pudiéramos contemplar las obras de los artistas aquí afincados o inspirados. Muchos han seguido en la labor y ya no nos podemos quejar del paisaje cultural que hemos creado entre todos. Dos de los artistas, presentes en la exposición de entonces, exponen también en esta pequeña colectiva: Romualda Bogaerts y Rainer Brosig.

Romualda Bogaerts es la persona más excepcional que he conocido jamás. Su edad la hace parecer frágil, pero no lo es. Vive sola en su casa, rodeada de sus creaciones, limitándose a ocupar el menos espacio posible, dejando sitio para sus murales, sus esculturas de materiales desechados, sus dibujos y sus cuadros. Su sonrisa posee una juventud eterna que conquista a cualquiera. Es una de las personas más libres que se conozca. Parece no depender de los valores comunes de nuestra sociedad. Igual de libre que ella es su obra.

Rainer Brosig ha estado viviendo desde los años 70 entre Rodalquilar y un pequeño pueblo cerca de Frankfurt. Como solía regalarlos, muchos vecinos tienen cuadros o grabados suyos en sus casas, igual que en los bares del pueblo, donde siempre han estado presentes. Detallista y amante de las pequeñas cosas, nos deja ver en su obra toda esta riqueza que nos puede enseñar un pez, un trozo de madera, la textura de una piedra, los detalles de un fruto, pasando de lo más realista a la transformación de los seres y objetos en otros nuevos, diferentes, que él con su despierta fantasía crea en gran cantidad.Sus acuarelas son de colores transparentes, en general muy suaves. En algunos de los más recientes nos sorprende con colores fuertes y alegres.Aunque últimamente vive más en Alemania, nos ha prometido venir a la inauguración.

Angelika Adam viene desde hace años a la zona y hace poco ha decidido vivir y trabajar aquí. Sus cuadros de colores vivos y fuertes, entre abstractos o figurativos, nos permiten ver la luz mediterránea, el mar resplandeciente y recrear un ambiente alegre y agradable. Sus estudios del cuerpo humano y sus movimientos son también uno de sus temas favoritos. Nos presenta unos cuerpos, trazados con pinceladas fuertes, que impresionan por la gran autenticidad de sus movimientos. Algunas de sus creaciones están llenas de simbolismos que cada uno de nosotros es libre de interpretar.

Anne Kampschulte ya se ha dado a conocer en la zona a través de algunas exposiciones y ya ha sido presentada en El Eco del Parque. Cuando vi sus esculturas de mármol por primera vez en el Jardín de los Sueños me sorprendió la gran capacidad de Anne para transmitir emociones a través de un material tan frío. Con su gran maestría en el tratamiento de la piedra sabe crear un aspecto contrario a lo que aparantemente es su característica. Algunas esculturas necesitan ser tocadas para creer que realmente son de mármol.

Los cuatro artistas convocados para esta exposición son artistas consagrados, de consumada experiencia en exposiciones e incansable dedicación a su arte, amantes de nuestra tierra, cuyas huellas y rastros permanecen en su obra.

Heidrun Kuhn-Sánchez
Coordinadora

 

Romualda Bogaerts
El que tiene la suerte de entrar en su casa se encuentra de repente en un mundo fantástico. En una habitación cuelgan objetos frágiles del techo, otros están colocados en el suelo. A primera vista parecen hechos de papel de seda, acercándonos nos damos cuenta que consisten en restos de plástico, papel usado de todas clases, trocitos de cartón, etc. En otra habitación aparecen paisajes montañosos o marítimos montados en la pared, juntados como puzzles de trozos de papel; y, en medio, ella trabajando en un cuadro gigante que quiere que se vea de ambos lados. Sonríe y dice: “yo no trabajo, estoy jugando”.
© Romualda Bogaerts
Rainer Brosig
Pintor, escultor, poeta e incansable escritor de cartas que en muchas casas decoran las paredes como obras de arte.
Antes de estudiar en la Escuela de Arte en Frankfurt aprendió el oficio de tipógrafo, de donde provienen muchos rasgos presentes en su obra. De repente aparecen pequeños signos misteriosos en sus acuarelas, que parecen ser escritura, pero se resisten a ser leídos. También hay escritura de verdad: frases cortas, palabras sueltas o poesías en medio de las imágenes.
Lo que más llama la atención es la cantidad de seres fantásticos que nacen de la imaginación de Rainer: pájaros sin alas, peces volando, humanos con patas de gallina,...Uno de estos seres se puede ver en el cartel del restaurante La Gallineta.
© Rainer Brosig
Angelika Adam
La primera vez que vi sus cuadros me llamaron la atención los intensos colores luminosos que utilizaba. Reflejaban la luz del verano que sólo podemos encontrar por aquí. Pero su obra es mucho más. Pinta personas en medio de un movimiento, cuyo realismo es tan vivo sobre el papel o lienzo, que uno se espera que se sigan moviendo. Trabaja con muchos materiales diferentes, desde formatos muy grandes hasta muy pequeños. Sus cuadros son de una gran intensidad y más abstractos o más figurativos siempre dan la sensación de un mundo en movimiento.
© Angelika Adam
Anne Kampschulte
La contradicción de duro y blando en las esculturas de Anne no existe. Le saca al mármol características de materias blandas, como tela y algodón, y nadie se resiste a tocarlas para comprobar si realmente son de piedra. Otras figuras parecen fundidas por dos distintos mármoles, efectos conseguidos a través de diferentes pulidos y un gran dominio del material. Raras veces he visto esculturas de mármol tan cálidas.

© Anne Kampschulte