La Delegación de Medio
Ambiente ha asfaltado el
camino que une Rodalquilar con El Playazo. Han
utilizado hormigón pigmentado, igual al usado
en el camino que comunica la carretera de Cabo de Gata
con la ermita de Torregarcía. La Diputación,
por su parte, ha asfaltado también la carretera
entre Fernán Pérez y Aguamarga.
Amigos del Parque siempre se
ha mostrado contrario a ese tipo de iniciativas. Pensamos
que son formas encubiertas de promover la urbanización
de estas zonas. Incluso hay rumores que afirman que
en El Playazo se quieren construir dos hoteles. El tiempo
lo dirá. Medio Ambiente lo justifica diciendo
que es para evitar que los vehículos que circulan
por ambas pistas levanten polvo. Polvo que se posa sobre
las plantas, destruyéndolas. La experiencia nos
ha demostrado que, en la actualidad, los vehículos
circulan por estas pistas a velocidades superiores a
las permitidas. Con el asfalto, habrá aumento
de velocidad y mayor riesgo de que se produzca algún
accidente. Amigos del Parque presentó hace años
una propuesta alternativa para fijar la superficie de
las pistas utilizando un tipo de resinas integradas
con el medio ambiente cuyo coste no era superior al
hormigón pigmentado. También lleva años
reclamando mayor nivel de información, vigilancia
y control, que muestren a los visitantes la importancia
de hacer un uso racional de este espacio natural. Aunque
en el tema de asfaltado de caminos la patata caliente
sigue siendo la pista de Genoveses-Mónsul.
Este verano la Consejería
de Medio Ambiente atendió la petición
de nuestra asociación y, con subvención
de la empresa de aguas Acusur, elaboró 25.000
cucuruchos de plástico para las colillas en las
playas del parque, un problema que nos venía
preocupando desde hacía muchos años. Voluntarios
de Amigos del Parque colaboraron en la distribución
y reparto a mano de estos cucuruchos, pero la demanda
fue mucho mayor que las previsiones realizadas por Medio
Ambiente. El año que viene insistiremos con la
campaña, con el objetivo de limpiar de colillas
nuestras playas.
Pero los peligros se ciernen
sobre el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar,
un desembarco de nuevas
urbanizaciones va a provocar un aumento desmesurado
de población que puede poner en peligro el equilibrio
ecológico de este parque. Además, el proyecto
del gasoducto Orán-Almería,
de la empresa Megaz, está dispuesto a desembocar
en la península junto a la playa de Cabo de Gata.
Nos echamos a temblar.
Antonio Hermosa
Presidente Asociación Amigos del P. N. Cabo
de Gata-Níjar
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