Medio Ambiente ha analizado
el agua y el fango para determinar la causa de
esta mortandad de aves. También ha procedido
a desecar parcialmente el charcon para evitar
que murieran más aves. Pero en estos días,
los Amigos del Parque hemos visto que junto a
esta albufera deltaica se construía un
nuevo invernadero. No sólo no se logra
que desaparezcan los cultivos bajo plástico
de esta zona, sino que se siguen construyendo.
Ecologistas en Acción no descarta que detrás
de la muerte de las aves estén los vertidos
incontrolados de pesticidas desde estos invernaderos
o las aguas residuales de la depuradora de Cabo
de Gata.
Hay que recordar que hace
un año, cuando se inundó la desembocadura
de la Rambla Morales, los propietarios de los
invernaderos, sin mencionar el vertedero de la
rambla, echaron la culpa a la vegetación
que da protección a los patos y sin la
menor sensibilidad medioambiental pidieron que
se desbrozara la zona, cuando lo que hay que desmontar
son sus invernaderos.
Esta zona está calificada
como grado A1, donde proliferan las praderas de
Androcymbium europaeum, endemismo también
en peligro de extinción. La normativa europea
la considera zona de especial protección
para las aves. O hacemos oídos sordos a
estas fórmulas protectoras o estamos a
favor de los cultivos intensivos en este paraje.
Amigos del Parque
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