La de caza
es una temporada especialmente penosa para este
Parque. Justo cuando el otoño devuelve
la soledad al parque y se apaga el eco del turismo
masivo, justo cuando los niños disfrutan
viendo algunos animalillos: los zorros, los pajaritos,
las perdices, irrumpen los cazadores.
En cualquier
sitio, incluso junto a los núcleos habitados,
se escucha la proximidad de los disparos y en
cualquier carretera o camino se agolpan sus coches.
No son uno ni dos.
Nos preguntamos
si esa merma de vida la necesita el Parque para
restaurar el equilibrio ecológico, si estamos
protegiendo una tradición ancestral de
sus habitantes o si es un deporte que merezca
esa especial protección.
Lo que es
seguro es que habrá menos animalillos alegrando
nuestros paseos.
Amigos
del Parque
Nota:
La utilización indiscriminada de cebos
envenenados es una práctica muy extendida
en las zonas rurales; práctica abominable
que mata a todo tipo de animales domésticos
y salvajes, creando desequilibrios importantes
en los ecosistemas. Además está
totalmente prohibido.
Si encuentras
un cebo envenenado o un animal muerto, llama al
SEPRONA.
Tlfn: 950 25 61 22
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