Editorial

Algarrobico: el cuento de nunca acabar

Algarrobico: el cuento de nunca acabar. 20 años desde que comenzó su construcción, 17 desde que el juez Rivera decretara la paralización de las obras, pero la estructura de hormigón del hotel de Azata del Sol, construido en la playa de El Algarrobico, en el municipio de Carboneras, en el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, sigue en pie. Se han dictado más de 20 sentencias declarando su ilegalidad y, sin embargo, lo seguimos viendo levantado, como un monumento a la estupidez y a la especulación costera perpetrado en un espacio protegido.

El artista y experto en estudios urbanos Erik Harley califica esta faraónica obra dentro de su catálogo de “pormishuevismo”. La construcción fue realizada sabiendo todos los agentes implicados en su promoción que se incumplía la Ley de Costas y que el edificio se levantaba a 45 metros de la línea donde rompen las olas en la paradisiaca playa de El Algarrobico, en un ayuntamiento que estaba dirigido por el alcalde socialista Cristóbal Fernández.

Foto: Hotel El Algarrobico © Juan Manuel Jerez

En un pleno extraordinario de urgencia, celebrado el pasado 26 de abril, el ayuntamiento de Carboneras aprobaba definitivamente, con los únicos votos del equipo del gobierno del PSOE y de un concejal no adscrito, anular el sector urbanístico ST-1 en el que se levanta el polémico hotel y declarar el suelo “no urbanizable de especial protección” por enclavarse en el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, tal y como le obligaba en firme, desde hacía cinco años, una sentencia dictada en 2018 por el Tribunal Supremo.

Desde Amigos del Parque, junto a Ecologistas en Acción y Greenpeace, pensamos que esa aprobación carece de legalidad, debido a que se produce sin tener en cuenta y saltándose la obligada aprobación provisional y su periodo de exposición pública. El ayuntamiento actuó con celeridad cuando el alto tribunal amenazó con una sanción de 700 euros cada 20 días al alcalde del municipio por desobedecer de forma reiterada su decisión.

Hay que remarcar que el actual abogado municipal, Jorge Muñoz Cortés, era juez de la sección tercera del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía y participó en la sentencia del 27 de febrero de 2014 que consideraba urbanizable el espacio donde se levanta el inmueble de 23 plantas de altura. El colectivo ecologista Salvemos Mojácar, que consiguió hace 17 años la paralización de las obras, ha pedido ahora la recusación de la jueza del tribunal andaluz, María del Mar Jiménez Morera, encargada de que se cumpla la descalificación como urbanizable y que era compañera de Jorge Muñoz en la sección tercera cuando se dictó la polémica sentencia que consideraba legal la edificación.

Amigos del Parque sigue defendiendo y pidiendo a la administración central que asuma el derribo del hotel y a la administración andaluza que lleve a cabo la restauración del paisaje natural. Hay que borrar de la costa almeriense este pelotazo urbanístico que pretendía beneficiar a unos pocos en perjuicio de muchos y por muchos años.

Antonio Hermosa
Vicepresidente de la Asociación Amigos del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar

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