Cartas y opiniones
Esta revista pretende ser un medio de expresión abierto y plural, por lo que la Asociación y la redacción no se identifican necesariamente con las opiniones de las cartas y/o colaboraciones esporádicas que se publican en estas páginas.
Lau
Lau me ha hecho feliz sin darme cuenta del todo.
Ha sido un ángel disfrazado de animal nostálgico.
Un amigo silencioso que acompañaba mis pasos con su ingenua luz, dando color a lo vivo.
Sus caricias eran largas frases sin una sola palabra. Por eso eran todo verdad.
Sus miradas contenían la intensidad de un amor a punto de estallar.
Sabio dotado del silencio y del don más amado, la inocencia.
Me ha llenado de un valor que yo mismo desconocía. Ser alguien único, irrepetible, tal cual, sin la menor exigencia.
Así como él. Único, irrepetible.
Ausencia llena, en los peldaños blancos, en el costado cálido, bajo mi mano hueca sin hallar su lomo, la caricia cálida sobre una ausencia palpitante.
La lluvia de lágrimas, miles de bondadosas gotas germinando hondo.
Yerbas invisibles de inolvidable resignación.
Luis Sáez Castrillo