Verano 2020 en el Parque

Este verano ha sido especialmente intenso y duro en nuestro Parque Natural. Las consecuencias del confinamiento que tuvo lugar en todo el país entre los meses de marzo y junio han llegado también a él. El número de visitantes que han visitado el P.N. ha crecido considerablemente ante la dificultad de poder viajar fuera de nuestro país y consecuentemente aumentó el turismo nacional. Lo hemos podido observar en las playas del Parque, invadidas de coches y caravanas, que generaban atascos en sus accesos (por ejemplo, en El Playazo de Rodalquilar y la Playa de los Muertos en Carboneras), los vehículos superando los límites permitidos de velocidad y en los caminos de tierra levantando grandes cantidades de polvo que terminan cubriendo las plantas y provocando que se sequen y desaparezcan.

En algunos pueblos, con la situación de pandemia de la Covid-19 entre nosotros, se aglomeraban grandes grupos de gente sin mascarilla delante de los bares, dejando la basura generada en la calle, incluyendo botellas de cristal, también haciendo colas constantes para subir a las lanchas que cada día salían de Las Negras a Cala San Pedro. Además, la proliferación de embarcaciones y de motos acuáticas ha resultado evidente este verano en el Parque, habiendo recibido esta Asociación numerosas quejas, aportándonos numerosas fotografías que evidenciaban las molestias que ocasionaban día tras día a los bañistas, hecho que se ha destacado hasta en la prensa de la provincia de Almería en varias noticias a lo largo de toda la temporada estival. Estas motos navegaban a sus anchas incluso en la zona de Reserva Integral del Arrecife de las Sirenas.

Destacamos también el aumento de basura en las entradas de las playas no urbanas donde se acumulaba como montañas que no eran recogidas por los servicios de los Ayuntamientos de Níjar, Carboneras y Almería. Esto se debe a la falta de civismo de los visitantes y a la dejadez absoluta de las administraciones competentes. Debemos apelar a la responsabilidad de los visitantes que acuden a las playas, que cada año van en aumento, siendo conscientes de que es la belleza de estas playas lo que atrae a visitantes locales y nacionales. Resulta realmente fácil llevarse cada uno su bolsa de residuos y tirarla en los contenedores habilitados para ello en la localidad mas cercana, al igual que nos llevamos el resto de nuestros enseres. Desde esta Asociación pedimos que se invierta más en campañas de sensibilización y educación desde el Área de Uso Público del Parque, con una mayor cartelería y aumentando el número de vigilantes en el Parque. Esta casuística es recurrente cada año y supone un problema de higiene y salud y más en los meses más calurosos del año.

Esto también ocurre en los núcleos urbanos, donde los contenedores se llenan de basura que rebosa y cae al suelo, encontrándose en su mayoría en mal estado, viejos, rotos o con los mandos accionados para pisar inutilizados, y la gente con la pandemia no se atrevía a tocarlos. Pedimos a los Ayuntamientos de Níjar, Almería y Carboneras que aumenten el servicio de recogida de basuras en los meses de verano.

Foto: Basuras en Cala de Enmedio © AP

Foto: Basuras en Agua Amarga © CG

Respecto a la problemática de las motos acuáticas, como se comentaba anteriormente, hay que recordar que en el Parque rige un PORN (Plan de Ordenación de los Recursos Naturales) donde en su página 151 se indica:
“6. Queda prohibido para el desarrollo de actividades de uso público:
e) La actividad motonáutica, salvo en las playas urbanas en las zonas balizadas a tal efecto.”

Y que además Capitanía Marítima de Almería publicó un bando el 6 de agosto de 2020 que indica: “Las motos náuticas y otros artefactos autopropulsados no podrán navegar en la franja de mar de 200 metros contigua a las playas, salvo en este último para vararlas o salir a la mar, en cuyo caso lo harán perpendicularmente a la costa y a menos de 3 nudos de velocidad, evitando poner en peligro a los bañistas.”

Según la prensa local, hasta el 29 de agosto se habían realizado 48 denuncias a motos de agua y embarcaciones de recreo en la costa de Almería. Parte de estas denuncias se habrían producido en las aguas litorales del Parque; algunas motos circulando a gran velocidad en las zonas de baño, poniendo en peligro a los bañistas, también se ha visto cómo algunas lanchas y motos varaban en la playa; tampoco debe suceder que las lanchas salgan por zonas no habilitadas para ello. Ante la masificación de motos de agua y pequeñas embarcaciones que usan el embarcadero de La Isleta del Moro, creando atascos e impidiendo la libre circulación de las personas, los vecinos decidieron arrojar al mar varios muertos de hormigón que impidieron la salida de estas embarcaciones. La administración ha de buscar una solución y regularlo correctamente.

Esta Asociación ha transmitido esta problemática a la Directora Conservadora del Parque, ya que la situación se ha tornado insostenible, estando a día de hoy a la espera de una respuesta. Hay que añadir a este problema la cantidad de embarcaciones que fondean en la Bahía de Los Genoveses, ancladas incluso entre ellas, muy cerca de la orilla, y con la pandemia de la Covid-19.

Foto: Embarcaciones en Los Genoveses © AP

Foto: Motos acuáticas en San José © Michael Harris

En nuestro Parque siempre se ha disfrutado de una gran tranquilidad, pero en los últimos veranos esto se ha perdido por culpa de la excesiva ocupación del espacio público por bares y restaurantes, terrazas con música, conciertos al aire libre, máquinas ruidosas sin protección acústica y gente en la calle gritando a altas horas de la noche. En esta asociación seguimos pendientes de la elaboración de un mapa de ruidos, solicitado hace tiempo, y de alguna respuesta municipal a varios escritos presentados sobre ruidos excesivos en Los Escullos, San José, Las Negras y Agua Amarga. Las administraciones hacen la vista gorda al no disponer, tal como ellos indican, de sonómetros para medir los decibelios emitidos.

El aumento de visitantes en el Parque este verano, contrasta con el hecho de que la única librería del Parque, situada en la población de Pujaire, cerca del núcleo del Cabo de Gata, haya tenido que cerrar por falta de clientes, unido a la pandemia, hecho que nos produce una profunda pena, ya que además de ser un lugar de venta de libros con información de la zona, era un lugar de encuentro de lectores y contaba con un interesante club de lectura.

Un verano más en el Parque, donde la manera de disfrutar del mismo ha cambiado sustancialmente, y donde muchos vecinos y visitantes han tenido que sufrir la masificación, la falta de preocupación e implicación de las administraciones y cuerpos de seguridad locales y del Estado.

Desde esta Asociación seguiremos trabajando para conseguir el mantenimiento respetuoso del medio natural, poniendo en conocimiento de las administraciones implicadas los problemas que surjan, por lo que siempre necesitaremos de la ayuda de los que estáis leyendo este artículo, que seguro que compartís las mismas preocupaciones que nosotros. Tenemos muchas esperanzas en que cada vez seamos más los implicados en la conservación de este Parque, hemos tenido un considerable aumento de socios en estos últimos meses, que seguro nos ayudarán en un futuro a seguir adelante.

Asociación Amigos del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar

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