El alga asiática invasora llega a las costas del Parque

Un peligro latente en el Mar Mediterráneo desde el año 2015, y que fue vista por primera vez en aguas de Ceuta, y dos años después en el Estrecho de Gibraltar, ha llegado a los fondos marinos del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar. 

El alga Rugulopteryx okamurae, llamada comúnmente “alga asiática”, ha sido catalogada en noviembre de 2020 como especie invasora por el Ministerio de Transición Ecológica. Afecta gravemente a las especies autóctonas y pone en riesgo la biodiversidad de los ecosistemas naturales. Es capaz de vivir desde los 30 metros de profundidad hasta las zonas intermareales de las costas. Es capaz de fijarse suelos rocosos, en cangrejos, piedras o incluso sobre otras algas. Los científicos que la estudian dicen que no han encontrado precedentes de una bioinvasión tan rápida y tan grande.

Las investigaciones señalan que llegó en barcos de mercancías procedente del Océano Pacífico, de China, Corea, Filipinas o Japón, dentro de los depósitos de lastre que tienen estos buques y que son utilizados para estabilizar la mercancía, sobretodo en los procesos de carga y descarga. 

Foto: Rugulopteryx okamurae en la costa de Tarifa y Cádiz © Antonio Vegara Jiménez

Los pescadores almerienses admiten que, cada vez más, cuando calan las artes y levantan las redes, éstas vienen plagadas de este alga, que también desplaza los bancos de peces. 

Tampoco parece tener depredadores, porque los peces autóctonos la evitan, probablemente por su amargor. Acaba con los corales y desplaza muchas especies de algas de las rocas. Las praderas de posidonia (Posidonia oceanica) se han mostrado resistentes gracias a su mayor altura y a que el alga no se deposita sobre ellas, pero se teme que termine desplazándolas como ocurrió también con otra alga invasora, la Caulerpa taxifolia.

También es perjudicial para el turismo. En la actualidad en las costas de Cádiz y Málaga, los vientos de Levante depositan las algas en la arena, y los primeros metros de las orillas aparecen llenos de arribazones de este alga invasora. Además, huelen mal y atraen a las moscas. Los ayuntamientos afectados están poniendo en marcha planes de limpieza para retirarla a primera hora de la mañana. El alga también es perjudicial para la práctica del buceo, reduce la visibilidad y aleja la biodiversidad marina de los fondos destinados a la práctica de este deporte. 

Un proyecto liderado por la Universidad de Málaga y la Fundación Biodiversidad está analizando, mediante modelos matemáticos, el comportamiento estacional y la distribución geográfica de la especie para predecir las zonas y el momento de su expansión. La Cátedra de Ciencias del Litoral de esta universidad puso el año pasado en marcha una página web llamada Costasoleando https://www.costasoleando.es para predecir la temperatura del agua, el viento y la existencia del alga invasora con cinco días de antelación, y ha creado el Foro Alga Invasora para unificar las investigaciones en torno a la Rugulopteryx okamurae. El equipo acaba de firmar un convenio de colaboración con el Ayuntamiento de Roquetas de Mar para su estudio en esta zona. La Junta de Andalucía ha activado una embarcación con una ecosonda, y dos drones, uno submarino y otro en superficie, para ayudar a las investigaciones sobre el “alga asiática”.

Asociación Amigos del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar

Foto: Rugulopteryx okamurae en la costa de Tarifa y Cádiz © Antonio Vegara Jiménez

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