El impacto de la masificación de las playas del Parque en verano
Escribo este artículo a primeros de año, después de haber pasado unos días en el Parque de nuevo y haber comprobado la recurrencia, incluso en tan tranquilas fechas, de determinados problemas que afectan a nuestro estimado espacio.
Y así ha sido que siguiendo el camino que conduce de San José a Cala Carbón a finales de diciembre de 2021, pedaleando en una bici de alquiler, costumbre que permite conocer muchos rincones del Cabo de forma muy agradable, al pasar por Mónsul, me he vuelto a encontrar con un flujo constante de personas subiendo y bajando de la duna rampante, a la que todos sabéis no se permite ascender, a causa de la fragilidad como formación geológica del sistema dunar de Mónsul, al igual que lo son los salientes de las formaciones rocosas de la duna oolítica de Los Escullos, protegidas ambos por la Ley 2/1989, de 18 de julio (BOE 201 de 23/8/1989), según la cual se prohíbe realizar acciones que atenten contra la configuración geológica frágil de estos terrenos. No olvidemos que el PORN de 2008 las considera georrecursos culturales. Los sistemas dunares son ecosistemas fácilmente fragmentables y en la actualidad la mayoría se encuentran desmembrados, sin estructura completa, debido al pisoteado constante que provoca la formación de zonas de paso de usuarios que desestructuran las dunas y las dejan calvas, sin vegetación.
De la misma forma que ya hice en verano, cuando en número mucho mayor, visitantes de Mónsul emprendían el ascenso a la duna, estuve un buen rato informando a los visitantes de la expresa prohibición y del porqué de la misma. En prácticamente el cien por cien de las ocasiones me encontré con una respuesta positiva y respetuosa y un reconocimiento del desconocimiento de la normativa del Parque. El principal problema es que el cartel informativo que avisa de la prohibición se encuentra poco visible a la entrada del aparcamiento y pocas personas reparan en él. A pie de duna e incluyendo un cordón de vallado disuasorio de la ascensión, zanjaría la cuestión. Esa misma mañana algunos visitantes por la zona me manifestaron que la misma situación se estaba viviendo en Los Escullos con las numerosas personas que transitaban sobre su duna oolítica.
Foto : Duna de Mónsul © SGL
Foto : Duna de Mónsul © SGL
Aún quedan unos meses para la llegada de la temporada estival y con ella la afluencia con gran número de visitantes, anhelantes de disfrutar por unos días o al menos unas horas de la calma que se respira en las bellas calas del Parque, lejos de las prisas y agobios de la a veces estresante vida en la ciudad. De esta forma, me he dedicado a informarme de las medidas de conservación, principalmente de los sistemas dunares que, en otros espacios naturales de la península, se han adoptado con buenos resultados y ofrecer mis propias reflexiones, que ya he compartido con algunos compañeros de la Asociación Amigos del Parque.
Cito algunas de las actuaciones implementadas con éxito en otros parajes naturales para la conservación de sistemas dunares:
• Delimitación de las zonas de paso mediante pasarelas elevadas de madera y acordonamiento perimetral. Un ejemplo es la serie de medidas que, aproximadamente desde el año 2000, la Administración del Estado puso en marcha para proteger y regenerar diversos sectores de dunas costeras de Huelva. Una de las medidas principales ha sido instalar sistemas de vallado para evitar la erosión por pisado por parte de los usuarios de las playas.
• Instalación de rótulos informativos, tanto los que ofrecen información de las especies vegetales y animales que viven, como los que informan de los trabajos de regeneración que se están llevando a cabo.
Paso ahora a compartir con todas/os los lectores de la revista algunas posibles medidas que se podrían implementar, no solo para la conservación de estos dos espacios antes aludidos, sino por extensión, para la protección y regeneración de los demás entornos terrestres de nuestro Parque, compensando, al menos en parte, el impacto sobre el mismo de la afluencia masiva de visitantes en verano.
• La creación de una red de informadores, que preste apoyo y refuerce las actuaciones y vigilancia de los agentes forestales y la regulación de paso a las playas más concurridas que ya se viene haciendo en verano; es algo esencial para dar a conocer los valores naturales del Parque al gran público, pues como bien comprobamos cuando conversamos con los visitantes, muchas veces es más el desconocimiento de la normativa, y no tanto el incivismo, lo que genera el mayor impacto de la masificación de turistas en época estival.
• Aumentar el número de rótulos informativos, a pie de playa en algunos casos, como se podría llevar a cabo en Mónsul, para favorecer la labor de concienciación de los visitantes, en especial en las zonas de mayor afluencia turística.
• La entrega de folletos informativos en forma de dípticos o similar a los visitantes del Parque. Este material lo debería realizar Medio Ambiente pero se podrían buscar alternativas fruto de la colaboración ciudadana voluntaria.
• Mayor control y vigilancia a pie de playa por parte de los agentes forestales del Parque. Soy consciente de la escasez de personal y medios con que trabajan pero justamente por eso me parece necesario denunciar esta situación. En verano tienen que ser visibles y sancionar si es necesario a quien no respete el entorno.
• Aumentar el número de playas donde se realiza en verano la regulación del acceso en vehículo privado. Los sectores de las Negras o Agua Amarga lo piden a gritos.
Foto : El Playazo de Rodalquilar © JMJH
Foto : Playa de La Isleta © JMJH
Con estas actuaciones caminaríamos en la buena dirección, la de informar, formar y concienciar a los visitantes sobre la fragilidad y particular belleza del espacio natural del entorno del Cabo, protegido por la ley y, lo que es más importante, por todos los que nos hemos enamorado de sus paisajes, aromas, luz y rica vida animal y vegetal. Sólo a partir del conocimiento de nuestro entorno podemos respetarlo y conservarlo para las futuras generaciones. Nuestro Cabo bien merece este esfuerzo.
Sergio García Luque
Referencias bibliográficas:
Catalogació i diagnosi dels sistemes dunars litorals de les comarques del Baix Empordà i la Selva realitzat per la Diputació de Girona. 2008.
Restauració i gestió de sistemes dunars. Estudis de casos. Edita: Càtedra d’Ecosistemes Litorals Mediterranis Parc Natural del Montgrí, les Illes Medes i el Baix Ter Museu de la Mediterrània.
Memoria de gestión del Parque Natural del Cabo de Gata-Níjar 2019.
Plan de Ordenación de los Recursos Naturales del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar. 2008.