Gente del Parque

Luís López Rodríguez, médico y sindicalista

Luís López, cordobés, residente en San José desde hace cuatro años, médico de familia, es una de las personas que trabajan por mejorar la asistencia sanitaria, sobre todo el servicio de urgencias, en nuestro Parque y, en general, en el Campo de Níjar desde el sindicato Comisiones Obreras.
Vine a Almería por una relación con una mujer que había conocido gracias a un enfermero, Antonio, con el que estuve en África. Ella se vino aquí y yo con ella. La cosa duró poco, pero siempre le agradeceré que en el centro de Salud adonde me trasladé conocí a Josefina, mi mujer. Un fracaso llevó a un éxito.

¿Y a qué fuiste a África?
Estamos en ONG que se llama Los Amigos de Ouzal. Esta ONG la presiden dos monjas que son un ejemplo de vida dedicada a la labor solidaria en África. Fuimos a ver qué estaba ocurriendo realmente con el dinero que mandábamos y fue desilusionante, un ejemplo de despilfarro. A nosotros nos prohibieron que repartiéramos condones en una zona con el SIDA tan extendido como hay allí. Los medicamentos que llevábamos se los vendían a los enfermos. Tuvimos problemas en nuestra relación con la Iglesia, tanto que nos tuvimos que venir antes de lo que esperábamos.
Al poquito tiempo de eso, me vine a Almería y me fui a trabajar a El Ejido; era el mismo trabajo que en África, pero con los recursos del Sistema Sanitario Público Andaluz.

Foto: Luis López Rodríguez en San José © JMJ

El Ejido es una zona social y laboralmente muy parecida al Campo de Níjar, ¿no?
Efectivamente. Los pacientes son mayoritariamente subsaharianos y marroquíes, pero hay diferencia entre los musulmanes del campo de Níjar y los del Poniente. Los de Níjar proceden de unas zonas más atrasadas de Marruecos, mientras que las comunidades de El Ejido son del norte, de la costa de Marruecos. Allí son más abiertos, aquí parece que tienen más prejuicios al relacionarse con nosotros, sobre todo las mujeres. En El Ejido yo daba charlas de educación sanitaria a las mujeres a través de la asociación Almería Acoge. Cuando Josefina y yo intentamos hacer lo mismo aquí, solo asistían hombres y me dijeron que yo, como hombre, no podía dar charlas a las mujeres.
Entre ellos existe un espíritu de solidaridad, sobre todo intrafamiliar, que nosotros hemos perdido. Sobreviven con poquitos recursos y se ayudan unos a otros. En el Islám no existe la caridad, existe la obligación de ayudar. Es un mundo interesante y pienso que existe un desconocimiento muy grande sobre ellos por parte de la población autóctona. Yo les llamo la atención con frecuencia porque llegan a la consulta tarde, ninguno lleva reloj, viven a su bola, pero jamás he tenido un problema con ellos, simplemente cuidando el lenguaje aptitudinal porque suelen estar a la defensiva. En doce años he tenido solamente un problema con ellos y, sin embargo, con los españoles he tenido bastantes más.

¿A San José llegaste en una época en que ya estaba casi tan desarrollado como ahora?
Empecé a venir por aquí en mis primeros años en Almería porque me gustaba la zona y luego acabé viviendo con una autóctona de San José, que era una compañera de trabajo. Una mujer para mí excepcional.

Y además de Josefina, ¿Qué más de bueno tiene San José para que te quedaras aquí?
Lo que más me gusta es el clima. No lo cambaría por nada. Me pregunto muchas veces ¿Cómo vivía yo en Córdoba con el calor y con el frío que se pasa? Luego, el paisaje es llamativo y atrayente, a mí que me gusta hacer deporte, madrugar, oler el mar, salir a caminar o en bicicleta.

Foto: Las urgencias deben ser atendidas por médicos y enfermeros © Ángela Jiménez

Foto: Las urgencias deben ser atendidas por médicos y enfermeros © Ángela Jiménez

¿Cómo ves el futuro del Parque y la evolución que está habiendo?
El turismo se está desarrollando en un mal sentido: mucha cantidad y poca calidad; mucho turismo nacional poco formado, con muy mala educación medioambiental y sanitaria. Desgraciadamente ese es el tipo de turismo que está viniendo y, además, se concentra en cuatro meses al año, lo cual también supone un hándicap para el desarrollo económico de la zona. No hay apenas diversidad del turismo extranjero que podía estar aquí, por el clima, todo el año. También veo mucho turismo de caravana; soy respetuoso con ese tipo de turismo, siempre que sea respetuoso con el medio ambiente y hagan las cosas como las tienen que hacer, pero oigo a los lugareños quejarse de que esa gente lo más que hacen es consumir en el supermercado, pero en los locales no hay un consumo.
Debería intentarse desarrollar un turismo que pueda estar viniendo aquí todo el año, pero existe poca oferta hotelera. Todos los aviones que llegan al aeropuerto van a Roquetas y Mojácar, pero el desarrollo hotelero que existe en esas zonas tampoco lo quiero para el Parque. Entonces debería intentarse hacer plazas hoteleras cercanas o concertar viajes desde las zonas donde están los hoteles para que los locales puedan abrir aquí todo el año. Habría que conseguir que vinieran más europeos y gente que seguramente tienen más conciencia que muchos nacionales de cuidar el medio ambiente y la ecología.

¿En estos pueblos que viven del turismo y que todo se orienta a él, cómo afecta a quien no vive del turismo?
Yo, desde el punto de vista egoísta, quisiera que no se desarrollara en absoluto el turismo, porque vivimos encantados el resto del año, pero entiendo que la gente del pueblo necesita un poco más de vida, desde la peluquera al fontanero, el pintor, el camarero… todos los oficios del pueblo difícilmente pueden vivir si no tienen trabajo durante todo el año.
A quienes no vivimos del turismo nos «perjudica», entre comillas, este desarrollo turístico de cuatro meses. No desearíamos que llegara nunca, pero entendemos que, si esta cantidad de turismo se repartiera durante todo el año y estuviera la cosa más controlada, se podría mejorar la vida en los meses de verano, incluso para quienes no vivimos del turismo. Si fuera todo el año como en el verano, San José perdería su encanto.

¿Qué le falta a San José y al resto del Parque?
Hay cortes de agua, tuberías reventadas que se tirarán dos o tres días echando agua en una provincia de secano. Existe una infraestructura eléctrica muy vieja que es necesario mejorar, porque con la presión del turismo en los meses de verano resulta nefasto. Hace unos dos años hubo una caída eléctrica en verano y estuvimos doce horas sin suministro. En invierno, cuando no hay nadie, los cortes son continuos, en una tarde se puede ir la luz quince veces, los días de viento está continuamente saltando.

Foto: Ambulancias en el Centro de salud de Níjar © PGC

Foto: Luís y Josefina © JMJ

¿Y otro tipo de servicios?
Los déficits más graves, sobre todo para la población mayor que necesitan más asistencia, son los servicios sanitarios. Eso está totalmente subdesarrollado. Existe un consultorio en San José, dotado con un doctor y un enfermero, que vienen a pasar consulta de 11,30 a 15,00 horas, en unas condiciones que las solventan con gran profesionalidad. En otras poblaciones ni siquiera tienen cobertura diaria. No hay un administrativo que abra el consultorio; en invierno aquí hay un clima bastante duro de vientos, de agua… y se pasan horas de pie en la puerta del consultorio esperando a que llegue Don Aureliano y les abra. Se pueden solicitar citas por Internet, pero hay mucha gente mayor que no sabe hacerlo. Eso es vergonzoso.
A esto le añadimos que no hay un servicio de ambulancia en condiciones. Cualquier persona que enferme en San José durante cualquier época del año, salvo en verano que hay un refuerzo, tiene que esperar a que los sanitarios de Níjar lleguen con las ambulancias. Existen dos equipos sanitarios en el centro de salud de Níjar, pero durante mucho tiempo ha habido solo una ambulancia. Cuando el primer equipo estaba ocupado, el segundo tenía que esperar a la ambulancia de Campohermoso, localizada de tal manera que puede tener hasta 20 minutos de respuesta, con lo cual la ambulancia tardaba como mínimo una hora y cuarto en acudir a cualquier localidad de la costa.
Después de muchas reclamaciones, pusieron dos ambulancias en Níjar, a partir del 1 de enero volvió a haber una sola, según decían, por un problema burocrático que se podía rectificar a partir de marzo y ahora hay dos ambulancias en Níjar.

¿Por qué había una ambulancia en Campohermoso sin equipo sanitario?
Pues hasta las tres de la tarde no está mal, puesto que están abiertos los centros de salud de San Isidro y de Campohermoso, y en una urgencia puede usarla el equipo que está pasando consulta, porque no hay equipos de urgencias. A partir de las tres de la tarde, los dos equipos de guardia están en Níjar. La única explicación es que son recortes económicos.

Pero quizás los casos que se producen no son suficientes para justificar más medios.
Ese es el argumento que esgrime la Administración. Incluso la directora del distrito me llegó a decir que quienes veranean en San José tienen medios económicos para acudir a la medicina privada. El delegado nos contestó que los turistas vienen aquí a disfrutar y no a ponerse enfermos. Yo les pedí el número de urgencias procedentes de esta zona que se habían atendido en Níjar, en el Toyo y en Torrecárdenas y no nos los dieron.
En verano, la población se multiplica por cinco, aumentando la probabilidad de accidentes, pues estos no tienen vacaciones, al contrario, precisamente en vacaciones es cuando hay más accidentes. Hay personas de vacaciones en las que no ha debutado la enfermedad, pero puede hacerlo, pues en verano debutan muchos procesos patológicos desconocidos para los pacientes. Pero es que cualquier paciente, conocedor de su patología crónica estabilizada, tiene derecho a veranear y parece ser que la Administración le dice que si está enfermo no veranee. Y ¿quién no tiene alguna enfermedad a partir de los 40 años?

Foto: Luis López Rodríguez en San José © JMJ

Foto: Dispositivo de cuidados críticos y urgencias © Ángela Jiménez

El Sistema Sanitario Público suele reforzar las zonas de costas en verano.
Hay una norma sobre las zonas que necesitan refuerzo desde junio a octubre, pero el SAS no la cumple exactamente; se hace mucho menos tiempo y no en la medida en que se debería de hacer. La costa de Níjar, que es una de las zonas que se debería reforzar, se cubre con un médico y un enfermero y, desde el año pasado, dos enfermeros ante la imposibilidad de poner más médicos, pero solo hasta las nueve o las diez de la noche, con lo cual si a partir de esas horas alguien cae enfermo o sufre un accidente no tiene la atención primera, pues queda a cargo de un conductor de ambulancias, que ni siquiera sabemos si es un técnico sanitario, pero en cualquier caso un técnico no debe ser el primer recurso de atención en una urgencia o una emergencia, para eso están los médicos y los enfermeros y en Níjar, a partir de las 9 o las 10 de la noche, no los hay en toda la costa, para atender a unas cinco mil personas.

¿Cuál sería la solución?
Níjar, uno de los municipios más grande de España, cuenta solo con un punto de urgencias y escorado, porque está situado en el propio pueblo, con lo cual queda como a media hora, como mínimo, de los de la costa. La solución para todo el año sería poner un dispositivo de cuidados críticos y urgencias que funcione las 24 horas, que descargue del trabajo de urgencias a los sanitarios de atención primaria que pasan consulta. Y a partir de las tres de la tarde la creación de un punto de urgencias más cercano a la costa que no solo sea el punto de Níjar. Por lo menos se debería intentar durante el verano y luego ampliarlo a todo el año.

Con esta propuesta despedimos a Luís López de una entrevista que fue más una conversación que simples preguntas y respuestas. Un hombre preocupado por el medio ambiente, por la salud de las personas y por la justicia social.

Entrevista realizada por Juan Manuel Jerez

Share This