Vida natural

Ante los ruidos, no se conforme, reclame y denuncie

Con el verano llegaron las denominadas fiestas populares o patronales, de pueblo o de barrio. En nuestro entorno, a pesar de tratarse de un parque natural, las hay casi todos los fines de semana veraniegos, dada la gran cantidad de localidades, barriadas y pedanías que conforman los municipios. Ya pasaron a la historia aquellas fiestas patronales de los pueblos de nuestros abuelos, en las que una banda de músicos amenizaba el baile hasta una hora prudencial. Hoy en este país todo se celebra con exceso de ruido, en la mayoría de los casos innecesario como ya comentábamos en el número 26 del Eco del Parque, de invierno de 2023 (pág. 17). Lo malo es que suelen celebrarse cerca de los domicilios donde residen ciudadanos entre los que puede haber bebés, niños pequeños, personas enfermas, trabajadores que tienen que madrugar o visitantes, atraídos por la tranquilidad que se publicita de la zona, y que se irán decepcionados, para perjuicio de los arrendadores y de la fama del lugar. A todos se le impide dormir, vulnerando su legítimo derecho al descanso, a la inviolabilidad de su domicilio y a la salud1.

No debería haber nada en contra de que se continúen las costumbres y los festejos tradicionales si los organizadores tuvieran la suficiente capacidad de reflexión para compatibilizar la diversión de muchos con el respeto a los derechos fundamentales de otros, como el del descanso, que tiene cualquier ciudadano, eligiendo la ubicación y moderando el volumen de ruidos y el horario para respetar aquello de divertirse sin molestar y ser fiestas para todos.
La Ley garantiza a todos los ciudadanos su derecho a ser respetado en su propia casa. Cuando esto no se cumple los vecinos no deben resignarse y maldecir “por lo bajini”, sino organizarse para defender sus derechos por las vías legales pertinentes. Los expertos jurídicos en el tema recomiendan:
No reclamar en solitario, puesto que no suele haber un único afectado. Plantear el problema a la Comunidad de Propietarios, de esta forma la demanda tendrá más fuerza si llega a los tribunales. Y si no hay comunidad, porque son viviendas unifamiliares o el problema afecta a varias comunidades, es conveniente organizarse en plataformas de afectados y, acudir a asociaciones vecinales que deberían incluir este tema en sus reivindicaciones.

La responsabilidad en las fiestas locales es de los ayuntamientos
Las autoridades municipales deben hacer compatibles unas fiestas y unas costumbres tradicionales, con el derecho inalienable a la salud y al descanso de todos los ciudadanos y no debe permitir en ningún caso que las celebraciones sean a costa de una minoría que cada año tenga que cargar con todos los perjuicios para que una mayoría se divierta. Por tanto, lo primero que hay que hacer es exigir al ayuntamiento que se cumplan las ordenanzas municipales. La mayoría de las fiestas patronales están organizadas por los ayuntamientos que suelen relajar el propio cumplimiento de la normativa en materia de contaminación acústica, con el pretexto de que se trata de unos pocos días y solo afecta a una parte de la población.
Hay que exigirle soluciones para prevenir el exceso de ruido: elegir el lugar donde menos perjuicios causen, hacer cumplir los horarios de festejos, reducir el volumen de los amplificadores en los conciertos e instalar limitadores de volumen incluso en las atracciones de las fiestas.
Siempre se puede pedir el cambio de ubicación de los festejos patronales procurando evitar al máximo los perjuicios que estos ocasionan debido al ruido, por ejemplo, llevarlos a las afueras de las poblaciones y si esto no es posible, se puede ir rotando el lugar de celebraciones para que los afectados no sean cada año los mismos. Para los conciertos masivos, además de buscar un lugar alejado de las viviendas, y de limitar el nivel de decibelios producido por los amplificadores, se deberá limitar los horarios para que no acaben muy tarde. Hacer cumplir la normativa sobre el consumo de alcohol en la calle y no autorizar los locales de ocio nocturno junto a las viviendas.
Si el Ayuntamiento ignora las propuestas de los vecinos y permite que se pisoteen sus derechos, los afectados pueden acudir al Defensor del Pueblo a ver si con su mediación se consiguen, pero si esta vía fracasa, se debe denunciar al Ayuntamiento por haber permitido el incumplimiento de la Ley e, incluso, se puede exigir una indemnización por los daños padecidos. Cada vez se están produciendo más sentencias favorables a los vecinos2.

Medir los niveles de ruido
Antes de proceder a la denuncia es conveniente recopilar el máximo de datos posible que demuestren el daño producido o que se pueda producir, medir los niveles de ruidos es primordial, lo ideal es llamar a la policía local para que levante acta de la situación y mida el nivel de ruido, pero con frecuencia la policía local no acude, no actúa con la suficiente contundencia frente a los problemas de ruidos o alega que carece de sonómetro. Hay dos soluciones, la más inmediata es instalar en el teléfono móvil una aplicación que mida los decibelios de los ruidos a través de su micrófono3. También se puede encargar a un profesional autorizado para que actúe de perito ante los tribunales. Recordemos que no se deben superar los 35 dB durante el día y 30 dB por la noche en el interior de la casa y con las ventanas cerradas.
Cuanto antes se reclame y se tomen medidas, mejor para la salud y para el éxito del caso, porque el tribunal considerará que son molestias por ruido que no se pueden soportar.

Juan Manuel Jerez

1. https://seorl.net/que-efectos-causa-el-ruido-en-la-salud-auditiva/
2. http://www.abogadosruidos.com/jurisprudencia-sentencias-tribunales-ruidos.php
https://www.ruidos.org/jurisprudencia.html
3. https://www.rtve.es/noticias/20130124/movil-como-instrumento-para-medir-contaminacion-acustica/604676.shtml

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