Vida natural

Cuidado con las garrapatas

En la primavera y verano pasados la prensa nos sorprendía de vez en cuando con algún caso de enfermedad grave producida por garrapatas, incluso con algunos fallecimientos, lo que produjo la alerta de las autoridades sanitarias, pues, según los expertos, la población de garrapatas se ha disparado en España. Una de las principales causas es el aumento de las temperaturas. Otro efecto, al parecer, del cambio climático.
Las garrapatas no solo son parásitos de los perros y otros animales, especialmente los silvestres. También, y sobre todo, se encuentran en el suelo, normalmente ocultas entre la hierba y los arbustos. Son artrópodos que se alimentan de sangre, tanto de animales como de humanos y cuando están repletas son muy visibles por su aspecto de forma de alubia, pero normalmente son más pequeñas, algunas poco visibles, incluso en la piel o en la ropa. Su picadura no suele tener efectos graves y casi siempre es indolora, por lo que frecuentemente pasa desapercibida.
El problema es que algunas pueden estar infectadas con organismos patógenos, que son transmitidos durante el proceso de ingestión de sangre junto con su saliva. En España, las enfermedades más frecuentes transmitidas por garrapatas son algunas rickettsiosis como la fiebre botonosa o exantemática mediterránea, la enfermedad de Lyme y la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo.

Lo mejor es protegerse
Es muy importante pensar en la posibilidad de estas picaduras, especialmente en los meses de mayor actividad de estos artrópodos, como abril, mayo y junio y adoptar algunas precauciones, sobre todo cuando se sale al campo, como vestir con prendas de manga larga y pantalones largos, evitar las sandalias o calzado abierto y procurar usar siempre botas cerradas con calcetines procurando que cubran la parte inferior de los pantalones, usar ropa de color claro ya que de esta forma será más fácil comprobar si hay alguna garrapata sobre ella, caminar por la zona central de los caminos y evitar el contacto con la vegetación circundante, no sentarse en el suelo en las zonas con vegetación y utilizar repelentes autorizados. Cuando se sale con animales de compañía es conveniente aplicarle algún antiparasitario externo previa consulta al veterinario.
A la vuelta hay que examinar cuidadosamente todo el cuerpo para detectar si ha picado alguna garrapata, sobre todo las axilas, ingles, cabello, detrás de las rodillas, por dentro y fuera de las orejas, dentro del ombligo y alrededor de la cintura. Las garrapatas prefieren los lugares calientes y húmedos del cuerpo. No olvidar revisar a los niños y a las mascotas. Lavar siempre la ropa con agua caliente.

Fotos: Logotipo de SIGRE © JMJH

Fotos: Garrapata (Ixodes ricinus) © W.alter

Qué hacer ante una picadura
La picadura puede producir una lesión local leve con enrojecimiento de la piel o alguna elevación de la misma y picor, que no requiere asistencia sanitaria. A veces, alguna lesión cutánea más extensa, que puede precisar tratamiento local, y en contadas ocasiones, alguna complicación, como reacciones alérgicas o, como ya hemos comentado, la transmisión de alguna enfermedad infecciosa. Hay que estar muy atentos a la evolución de los posibles síntomas y, sobre todo, retirar cuanto antes la garrapata, pues cuanto más tiempo esté en contacto con la piel y con la sangre del individuo más riesgo habrá de complicaciones como la transmisión de una enfermedad infecciosa en caso de que el artrópodo estuviese infectado. Hay quien aconseja acudir a un profesional sanitario para que la extraiga, pero sabiéndolo hacer y haciéndolo con cuidado y precisión se puede ahorrar tiempo. No se deben emplear los métodos “tradicionales” como algodón con alcohol, aceite, vaselina, petróleo, anestésicos, aplicar calor, cortarlas con una tijera, tirar con los dedos de ellas, etc., ya que, además de ser poco eficaces, pueden facilitar el contagio de los patógenos que pudiera haber. Se la extraerá cuidadosamente con pinzas pequeñas de punta fina colocadas en posición horizontal agarrando la garrapata lo más cerca posible de la piel, lo justo para no romperla. Sacarla suavemente con un movimiento ascendente lento y constante sin torcerla ni apretarla. Después, limpiar muy bien la herida con agua y jabón y aplicar un antiséptico. Al terminar lavarse muy bien las manos. Observarse durante un mes tras la picadura y buscar atención médica si aparece fiebre, erupción en la piel, malestar general o signos de que el lugar de la picadura está infectado (dolor, inflamación, cambio en el color de la piel o exudado) e indicar que le picó una garrapata

Juan Manuel Jerez

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