Los debates se iniciaron en el mes de julio con la primera de dos sesiones sobre el Cambio Climático. El filósofo, físico y matemático Jorge Riechmann explicó sus causas y las graves consecuencias provocadas por la acción del ser humano, que expandiendo sin freno el sistema capitalista, está creando una auténtica crisis civilizatoria.

En su apartado artístico, la primera cita contó con la colaboración de Mar Rodríguez y Begoña Quiñones, merecedoras de distintos premios de danza moderna en los últimos años, que sacaron su espectáculo fuera de los escenarios para llevarlo al entorno del Parque Natural Cabo de Gata. El pianista Salvador Anglí interpretó diversas piezas clásicas.

La segunda sesión sobre el Cambio Climático tuvo lugar en septiembre y llevaba por título: Alternativas a la crisis ecológica y Cumbres del Clima.
Marcos Diéguez, coordinador de Ecologistas en Acción en Almería presentó el proyecto "Ecologistas en Acción Níjar" e Inmaculada Jiménez Morell, profesora en el Instituto Juan Goytisolo de Carboneras, fundadora de Ediciones Oriente y del Mediterráneo, leyó un texto que el poeta turco Nâzim Kikmet escribió contra la invasión de Etiopía por las tropas de Mussolini: "Carta a Taranta Babú", en solidaridad con los refugiados sirios.
En esta segunda sesión, Yayo Herrero, antropóloga social, directora de Fuhem, profesora de Educación Ambiental y activista fundadora de Ecologistas en Acción, abordó la crisis ecológica y de biodiversidad proponiendo alternativas cercanas al "Decrecimiento". Invitó a la acción individual y colectiva para cambiar el modelo energético imperante. Mostró su malestar porque no estuviera en el debate político la crisis de los recursos minerales y energéticos teniendo en cuenta que ya hemos llegado al "pico del petróleo", momento en el cual se alcanza la tasa máxima de extracción de petróleo global y tras el cual la tasa de producción entra en un declive terminal, además de otros inminentes "picos" como el del uranio, el gas o el carbón.

Yayo Herrero criticó la forma que tiene la economía neoliberal de contabilizar el crecimiento con el PIB, ya que este índice recoge para sus cómputos la producción de armas, prostitución o drogas, sin distinguir entre productos y servicios que están en armonía con la naturaleza y la vida, de los que incluso van en su contra.

En su apartado artístico, la cita de septiembre contó con la presencia del cantautor Diego Cruz, músico y compositor comprometido con el ecologismo, la justicia social y la autogestión. Interpretó: Canciones de río y tierra, de sal y sol... de mar y estrella. Al final de la actuación, los asistentes cantaron a coro con el cantautor Un planeta y un sol (https://www.youtube.com/watch?v=SbDLtr5OtVQ), que se ha convertido en un himno entre los movimientos sociales que apuestan por un cambio político www.diegocruz.es .

Santiago Alba Rico, en la próxima cita, pondrá el foco en la actual crisis de refugiados, la guerra en Siria y el Estado Islámico. La crisis de refugiados es también consecuencia del Cambio Climático, enlazando en este sentido con las dos anteriores sesiones.
Santiago Alba Rico (Madrid, 1960), ha publicado numerosos ensayos sobre antropología, política y filosofía, como Dejar de pensar, Volver a pensar, Las reglas del caos, Apuntes para una antropología del mercado, o Vendrá la realidad y nos encontrará dormidos. Editor de rebelion.org y colaborador como redactor en varias revistas y medios de comunicación. Es hijo de Lolo Rico, cineasta y periodista conocida por ser directora del programa infantil La bola de cristal.
Es analista e investigador del mundo árabe, donde vive desde 1988. Actualmente reside en Túnez donde vivió la revolución del 14 de enero de 2011, en el contexto de "Las primavera árabes". En su libro Túnez, la Revolución recoge las crónicas de esas históricas fechas, escritas bajo el nombre de Alma Allende.

"La única manera de acabar con esos ciclos de dictadura, represión, violencia y radicalización islamista- afirma Alba Rico-, es integrando democráticamente a este tipo de movimientos. Además, la izquierda debe trabajar para desplazar la hegemonía cultural hacia su lado, pero desde el islam e incluso desde el islamismo. No contra la religión y la cultura popular. Lo que no podemos hacer contra él es recurrir a dictadores “ilustrados” y refugiarnos en tiranías presuntamente laicas (...). Como dice mi amigo Kacem Gharbi, no se trata de vaciar las mezquitas, sino de predicar el comunismo desde ellas".
"El Estado Islámico, -señala Alba Rico-, es el resultado de una revolución fallida. De las primaveras árabes se ha pasado al horror de la más "revolucionaria" de las contrarrevoluciones: el yihadismo del EI. Su hermano siamés es la islamofobia cuyos discursos esencialistas funcionan de la misma manera y suelen preceder, acompañar o justificar intervenciones militares extranjeras y dictaduras locales. En Europa nuestro problema no es el islamismo sino la islamofobia."
"En este mundo solo se puede viajar en dos direcciones o contra los otros o hacia ellos" escribe en el prólogo de Mamadú va a morir. El exterminio de inmigrantes en el Mediterráneo del autor Gabriele del Grande. Contra los otros, el así llamado Occidente no deja de organizar expediciones militares y cruceros de lujo, viajes de negocios y rallys espectaculares, operaciones de bolsa y visitas a las Pirámides. El viaje hacia los otros, por el contrario, es sistemáticamente impedido, desacreditado o despreciado".
"Bajo el capitalismo globalizador, solo hay ya dos posibles desplazamientos en el espacio, en direcciones opuestas y paralelas: el turismo y la emigración. Los turistas visitan; los inmigrantes viajan. Los turistas están siempre llegando a sí mismos; los inmigrantes progresan y arriesgan. "Para ir de Palermo a Túnez- resume Grabiele del Grande- bastan 47 euros, diez horas y un carnet de identidad; el viaje a la inversa puede costar 2.000 euros, años de desierto y, a veces, la muerte". Los turistas son, pues, corderos; los inmigrantes, aventureros."