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Entre las medidas para avanzar en la lucha contra el tabaco que el Comité de Prevención del Tabaquismo ha propuesto a los partidos políticos se encuentra la ampliación de los espacios libres de humo, entre otros lugares, a las playas, como ya se ha hecho de forma voluntaria en muchos lugares del mundo y de España.
El Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo ha presentado a los grupos políticos un decálogo de medidas que permitirán un avance decidido en la lucha contra el tabaco. Entre ellas está una ampliación de los espacios libres de humo, especialmente a coches en los que viajen niños o embarazadas o estadios deportivos, pero también a playas.
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| Foto: Campaña “Praias sen fume” |
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Pero eso no es una novedad. La primera comunidad en llevar a cabo una campaña para quitar el tabaco de las playas fue Galicia; en 2012, el Ayuntamiento de Baiona adoptó esa medida, iniciativa que se extendió por toda la costa gallega naciendo “Rede galega de praias sen fume” con la intención de educar, promocionar la salud y proteger el medio ambiente. Son playas donde no se puede fumar en toda el área de la zona señalizada. Hay en el resto de España municipios como Sant Feliu de Guíxols y L’Escala (Gerona) o Mogán, en Canarias, donde está prohibido encender el cigarrillo y la Consejería de Salud de Murcia ha anunciado la estrategia para hacer frente al tabaquismo, entre cuyas medidas destaca impulsar las playas libres de humo. |
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| Foto: Colillas en la playa de San José © JMJ |
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Motril será el próximo verano el primer municipio andaluz con playas en las que no se fumará, pues el ayuntamiento ha decidido declarar una franja de su litoral como playa libre de humo.
El tabaco es la primera causa de morbilidad y mortalidad evitable. No fumar en la playa es un paso más para lograr una sociedad sin tabaco para todos y dar un ejemplo a los niños que deben ver que lo normal es no fumar, pues las playas son lugares lúdicos para disfrutar de la Naturaleza, donde el humo del tabaco es totalmente prescindible, pues también en ellas es un riesgo para la salud de los fumadores pasivos.
Además, es una buena forma de desterrar las colillas que tardan más de diez años en degradarse en el mar y más tiempo aún si se acumulan en la arena, llevando la huella de los miles de componentes químicos que contiene un cigarro, lo que supone un grave peligro para la salud y la vida de los animales marinos que puedan ingerirlas.
Juan Manuel Jerez
Secretario de la Asociación Amigos del Parque |
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