Previamente habíamos encontrado todo tipo de impedimentos en el Ayuntamiento de Carboneras, que después de mucho tiempo accedió a la exigencia del Defensor del Pueblo Andaluz para que nos facilitara el proyecto. Cuando esto ocurrió, la estructura del edificio ya estaba prácticamente finalizada.

Desde ese año 2003 se han producido un cruce de pleitos entre ecologistas, la empresa responsable de la construcción, Azata del Sol, y las administraciones local, autonómica y nacional.

Actualmente hay una veintena de pleitos en torno a este icono del desarrollismo urbanístico en la costa española. Un Juzgado de Almería dio la razón a los ecologistas y reconoció que la licencia para levantar el hotel era ilegal. El recurso de la empresa está ahora pendiente de resolución por parte del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. En 2006, también otro juzgado, aplicando la Ley de costas, suspendió de forma cautelar las obras argumentando que estaba a menos de cien metros de la playa, con sus consiguientes recursos por parte de la empresa y del ayuntamiento de Carboneras.

Ese mismo año 2006, la ONG “Transparencia Internacional” señaló que el ámbito en el que la corrupción es más elevada es el del nivel local de gobierno, sobre todo en la costa o en las inmediaciones de las grandes ciudades. Las causas las busca esta organización en la calificación del suelo urbano, que ha generado que España sea el país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) donde el precio de la vivienda haya subido más en los años previos a la crisis económica global.

También, el conocido como Informe Auken, trata sobre el impacto de la urbanización extensiva en España en los derechos individuales de los ciudadanos europeos, el medio ambiente y la aplicación del Derecho comunitario. Fue redactado por la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo en el año 2009. Este trabajo exige el respeto a los criterios rigurosos de sostenibilidad medioambiental y responsabilidad social, recordando que la Comisión está facultada para interrumpir la provisión de fondos estructurales y de cohesión y criticaba los poderes con frecuencia excesivos otorgados a los urbanistas y promotores inmobiliarios por parte de determinadas autoridades locales. La crisis económica de 2008-2011 ha tenido consecuencias en el sector español de la construcción, que ya antes se encaminaba al desastre, como consecuencia de años de urbanización masiva y destrucción del litoral. El informe elaborado por la eurodiputada danesa del grupo Los Verdes Margarete Auken fue ratificado por la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo (PE), con la oposición de los eurodiputados españoles del PP y el PSOE, y se critica con dureza la "urbanización masiva" en España y se sugiere suspender las ayudas de la UE al país en caso de que no se remedien los problemas.

El 10 de mayo de 2007 el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, comunicó que la Junta de Andalucía iba a comprar los terrenos sobre los que se asentaba el hotel ilegal y los terrenos adyacentes con el fin de restaurar la playa del Algarrobico para devolverla, en la medida de lo posible, a su estado original.

A muchos también les debió parecer un grave error que el 9 de noviembre de 1989 derribaran el muro de Berlín, con el coste añadido que supuso el trabajo de echar abajo una obra simbólica de la conocida como “guerra fría” entre los dos bloques políticos, el oriental de los regímenes comunistas y el occidental de los capitalistas. Una magna estructura, con 28 años de historia a sus espaldas y que fue un icono de la incomunicación, la intransigencia y las malas relaciones entre dos partes de un mismo país y de estados del mismo continente y planeta. Pero era necesario e imprescindible para trabajar por una Europa unida y sin barreras.

Durante muchos años, en el camino de la playa de Genoveses que sale desde el cuartel de la Guardia Civil de San José se mantuvo en pie una estructura que se había levantado con licencia de obras del ayuntamiento de Níjar y con la posterior prohibición de la Comisión provincial de Urbanismo. El esqueleto de este edificio, situado en un acantilado, a muy pocos metros del nivel del mar, fue finalmente derribado, y en la actualidad el terreno ha sido restaurado y sobre el mismo se ha realizado un mirador, integrado en el paisaje y que lleva el nombre de Josefina Huertas, presidenta de la Asociación de Vecinos de San José durante el periodo en el que aquel inmueble se ejecutó.

Asociación Amigos del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar