Continúa, un año más y tras el paréntesis de 2011, el estudio sobre las praderas de posidonia que existen en Andalucía. Uno de los enclaves más importante está en el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar. Las inmersiones para medir y comprobar su estado de conservación se han realizado a finales del mes de octubre. El estudio se enmarca dentro del proyecto Life Posidonia Andalucía y pretende conocer la salud de esta planta fanerógoma muy importante para el mantenimiento de la diversidad de flora y fauna de los fondos marinos de Cabo de Gata-Níjar.

Preocupa especialmente el descubrimiento de la alga invasora Caulerpa racemosa. Considerada como una de las diez especies con mayor carácter invasor en Europa, llegó a las costas andaluzas en 2008, donde se está extendiendo rápidamente. Esta especie tropical entró por el Canal de Suez, y se conoce desde 1926 en el Mediterráneo, en Túnez, aunque hasta los años 90 del siglo XX no tuvo carácter invasor. Esta alga invade las zonas ocupadas por la posidonia.
La contaminación de las aguas y el fondeo de embarcaciones sobre los bancos de posidonia también provocan la disminución de estas praderas.

Por otra parte, la Consejería de Medio Ambiente pretende instalar boyas de fondeo ecológico en Lugares de Interés Comunitario (LIC) del litoral con presencia de praderas de Posidonia oceánica. El objetivo es evitar las consecuencias negativas que provoca en estas zonas el amarre indiscriminado y sin control de embarcaciones, compatibilizando la conservación con el turismo náutico-recreativo. Con un presupuesto de 126.500 euros se colocarán 41 boyas. La mayoría se ubicarán entre los fondos del levante almeriense, el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar y el Monumento Natural Isla de San Andrés.

Asociación Amigos del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar