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Del territorio a la propuesta arquitectónica en el Parque Natural

Del territorio a la propuesta arquitectónica en el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar

“Investigación de la evolución socioeconómica del litoral almeriense, propuesta de creación de Pre-parque y Centro Cultural de Interpretación del Paisaje de Cabo de Gata-Níjar.”

Este artículo es el cuarto de una serie de cuatro textos que hemos publicado en esta revista, y que recogen el trabajo de investigación completo y proyecto fin de carrera del arquitecto José Carlos Fernández Martínez, de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura (Universidad de Granada)
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Tras el acercamiento realizado a diferentes niveles (socioeconómico, medioambiental e infraestructural) se concluyeron dos líneas propositivas. Por una parte se abordó la necesidad de generar una franja de transición entre el entorno natural y el llamado "Campo de Níjar" a modo de Preparque, cuyo fin era el de actuar de colchón, gradiente capaz de introducirnos de un modo mucho más natural en un territorio actualmente muy antropizado debido a una agricultura cada vez más erosiva en el borde de la Serrata de Níjar.

Frente a la propuesta de una imagen de "territorio acabado" nos inclinamos por una planificación temporal a largo plazo, para lo que fue indispensable una adecuada metodología o plan de evolución del Preparque, de tal manera que es la propia naturaleza la que actuará por sí misma colonizando los nuevos espacios a regenerar. Desde el proyecto se propusieron una serie de criterios de prioridad de regeneración y actuaciones previas que servirían de base para la regeneración medioambiental. De esta forma obtenemos el límite difuso deseado, donde en lugar de percibir una línea administrativa obtenemos una "línea gruesa", discontinua, fraccionada, en la cual coexistirá una cierta agricultura junto a auténticos espacios naturales.

La segunda línea propositiva surgía de las conclusiones obtenidas a través de la investigación de la evolución infraestructural y sus repercusiones sobre el sistema socioeconómico del Parque Natural. Las previsiones de mejora futuras en los accesos al mismo (debido al futuro ferrocarril Euromed que recorrerá todo el Mediteráneo), permiten proponer un nuevo transporte ecológico, un tranvía que sirva como nuevo punto de llegada de visitantes al espacio natural y además genere una continua relación entre el visitante y su entorno a través de la puesta en valor de su recorrido. Su trayecto respeta minuciosamente la topografía existente, y el tejido del invernadero lo atraviesa generando numerosas discontinuidades en el paisaje resaltando sus muy numerosos hitos culturales y naturales fruto de la larga historia de la comarca. Por tanto en la propuesta final se aglutina el carácter infraestructural de los nuevos accesos y una equilibrada implantación de invernaderos, en la búsqueda de un límite sostenible y la consecuente revalorización del territorio.
Como acción final para completar el Preparque se propone respetar el tejido de senderos y acceso a los invernaderos, cosiéndolo y completándolo con nuevos recorridos y rutas de mayor alcance, y que permitan recorrer el nuevo entorno seminatural y a la vez semiantropizado, además de conectar dichos senderos con el interior del propio Parque Natural a través de puntos de interés cultural de la Serrata: mineralizaciones, antiguas zonas de minería, miradores, etc.

Implantación de la propuesta arquitectónica. Nuevo Centro de Interpretación del Paisaje.
La propuesta arquitectónica surge de todos estos factores y muy especialmente de la futura llegada de visitantes desde destinos más lejanos que los actuales y de una manera mucho más intensa.

El nuevo centro, por tanto, debe aglutinar todo el carácter cultural y medioambiental del entorno, ya que actualmente no existe un centro de recepción de suficiente entidad en la Comarca. Bien es cierto que el Centro de las Amoladeras cumple en cierta manera dicho papel, sin embargo carece de la infraestructura mínima que debería tener un Parque Natural de la entidad de Cabo de Gata. Se propone dicha nueva puerta de entrada al entorno dentro de la nueva franja de Preparque propuesta, mediante la conexión del nuevo tranvía con dicho espacio limítrofe. Se ubicará en una parcela rodeada de numerosos hitos naturales y culturales, muy cercana al histórico poblado de Fernán Pérez. Dicha ubicación se caracteriza por haber servido de almacén de tierra extraída de todos los alrededores, fruto de la implantación de invernaderos, por lo que su recuperación y puesta en valor es doblemente atractiva. Se trata de un espacio olvidado de 15.000 m2 de superficie delimitada por varios elementos de gran transcendencia territorial.

Esquema:
Hall principal del edificio. Propuesta de Centro de Interpretacion del Paisaje de Cabo de Gata © JCFM
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La idea principal surge de afirmar que, en un espacio natural, un Centro de Recepción no debe ser un edificio cerrado en sí mismo, sino que éste es tan solo el punto de partida, cediendo verdadero protagonismo al entorno más inmediato. Lo verdaderamente importante es el paisaje y, por tanto, lo más adecuado es conocer el Parque a través de su recorrido; esto se plasma en el proyecto a través de la creación de un parque-jardín botánico abierto a modo de nuevo espacio público, que actúe de muestrario de las diferentes especies vegetales propias del Parque, sirviendo además de primer contacto y entendimiento de este fabuloso entorno.

Frente a una más que segura futura ocupación de invernaderos de este espacio limítrofe, se presenta la oportunidad de reinventar este lugar a través de las necesarias modificaciones topográficas que le devuelvan el atractivo que una vez tuvo.

Por otra parte, el tranvía propuesto delimitaría la parcela, dando acceso al nuevo equipamiento y configurando una de las seis paradas propuestas en la totalidad de su recorrido. Con la reconfiguración de este espacio, los visitantes podrán recorrer su tejido de senderos antes de adentrarse en el espacio natural protegido. A lo largo de dichos caminos, las especies vegetales se plantean minuciosamente organizadas por tipologías y se complementan con un programa de usos compatibles con el lugar, tal y como son el uso deportivo (se integran nuevas pistas aprovechando la pendiente natural del terreno), ciertos espacios adecuados para la acampada temporal y un cierto porcentaje en superficie apto para instalar agricultura intensiva a una escala mucho más cercana y coherente. De esta forma se generan los contrastes visuales deseados con los espacios libres vegetales.

Para completar el programa de usos, se alternarán diversas zonas destinadas a huerta social, donde las parcelas puedan ser arrendadas temporalmente a ciudadanos que así lo deseen, incorporando de esta forma una cierta participación social para la integración de dicha actividad agrícola en la comarca, que sería apoyada desde el edificio central mediante continuas jornadas agrícolas educativas y continuos congresos de agricultura tradicional e intensiva. De esta forma el nuevo edificio se plantea como un servicio compartido tanto por el Parque Natural como por el Campo de Níjar, entendiéndose la actividad agrícola como propia de toda esta franja territorial.
La nueva geometría del parcelario trata de efectuar una transición entre un espacio interior cercano a la carretera y al tranvía (mucho más geometrizado), creando un juego de polígonos adaptados al sistema de recorridos propuesto, y una franja de adaptación y regeneración de la topografía natural en el borde de la rambla, mediante el remonte del terreno de esta zona, de forma que recupera su antigua fisionomía y su cauce. La creación de un espacio con tales características es interesante para aquel visitante que desee comprender en profundidad las características del Parque y necesite cierta información básica, antes de adentrarse a descubrir el entorno por sí mismo.

Por su parte, la pieza arquitectónica, situada en las cercanías del tranvía, geométricamente está integrada dentro del conjunto propuesto, acompañando formalmente la entrada al nuevo espacio público-jardín botánico. El visitante que quiera adentrarse al preparque iniciará su recorrido a través del edificio propuesto, continuando de forma fluida su visita por los nuevos senderos, para finalmente adentrarse en el espacio natural. Es significativo mencionar que la parcela seleccionada es limítrofe con el actual espacio protegido, por lo cual se ha procurado no transformar ningún elemento interior al mismo, procediendo de forma sumamente respetuosa.

Esquema:
Maqueta de integracion © JCFM
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Botánico de los Albardinales, que actualmente ejerce una estupenda labor de conservación y puesta en valor de la amalgama de especies existentes. De esta forma, en la propuesta, se agrupan las especies bajo un criterio claro, que dotará de carácter y personalidad al nuevo espacio.
- Palmáceas, cactáceas y crasuláceas: Exposición de especies originarias de otras partes del mundo, adaptadas a vivir en condiciones de aridez extrema.
- Vegetación ornamental y de jardín: Se trata de un tipo de vegetación utilizada como decoración y acondicionamiento de bordes de caminos y tradicionalmente se ha acompañado la arquitectura y jardines del lugar con la misma. Por tanto este tipo de especies serán las que pueblen el entorno inmediato de la pieza arquitectónica.
- Vegetación serial: Representa las formaciones vegetales exclusivas de las zonas semiáridas de la Península Ibérica.
- Zonas de predominancia de matorral denso: se trata de la vegetación propia del entorno inmediato de la Serrata de Níjar y está formada por especies resistentes a grandes épocas de sequía.
Además de estos tipos propuestos, el nuevo entorno constará de los siguientes grupos vegetales distribuidos por parcelas:
- Vegetación propia de bordes de caminos y senderos.
- Vegetación propia de bordes de rambla (situada en toda la franja regenerada del cauce de rambla).
- Vegetación azonal: Es la desarrollada cuando las condiciones de sequía, suelo, salinidad, etc. dominan sobre las condiciones ambientales del lugar.
- Cultivos leñosos

El nuevo espacio vegetal propuesto tratará, además, de cultivar diferentes especies endémicas del Parque, por lo que posteriormente serían trasplantadas a las diversas áreas necesitadas de revegetación, dotando al lugar de una nueva función de "espacio vivero". Tales funciones se recogen en el propio programa del edificio, incluyendo en el mismo diversos espacios de exposición a modo de Herbario y almacenes frigoríficos para semillas. Es por ello que se ubican semilleros esparcidos por toda el área, espacios frescos donde depositar las semillas que se produzcan y espacios de carpoteca, donde se recolecten los frutos obtenidos.

Por su parte, el edificio nace del propio terreno para suavemente alcanzar su máxima expresividad en la pieza central del proyecto: el nuevo auditorio. Se ha considerado fundamental tratar la cubierta del edificio como parte del entorno natural, ofreciendo un espacio público y respetando la circulación de los visitantes a través de la misma. La idea de cubierta como topografía se plasma en el suave juego de planos inclinados que organizan las circulaciones tanto interiores como exteriores. Estos responden fielmente a la necesidad de entrada de luz (según el programa que alberga el edificio en su interior).

A medida que nos acercamos a los dos extremos del edificio este se funde con la orografía suavizando cualquier contraste.
Los puntos donde el edificio toma mayor relevancia, además del auditorio, son aquellos donde se produce mayor aglomeración de personas (como el hall principal), donde la doble altura y el baño de luz desde el lucernario superior introducen la sensación de espacio abierto y el deseado ambiente de serenidad del Cabo.
A su vez, la pieza se articula a través de unos potentes recorridos longitudinales, minuciosamente estudiados, que configuran el gran eje articulador del espacio interior.
El edificio se asienta en el lugar con una orientación estratégica, basada en unos paramentos mucho más abiertos en su fachada hacia el Parque (mediante un juego de lamas que fragmenta al paisaje, al fondo),y un cerramiento más opaco hacia el Campo de Níjar, con el que existe conexión peatonal a través de sendos patios que articulan el espacio interior del hall.
La cubierta se concibe como un elemento transitable, variable en altura y por tanto en visuales hacia el cercano Cabo.

El visitante que se aventure a conocer este maravilloso entorno entenderá el nuevo edificio como el inicio del camino y, por tanto, no es el lugar "al que se va" cuando se visita el Parque, sino el punto de partida hacia un nuevo mundo por conocer y descubrir.

José Carlos Fernández Martínez
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