Editorial

El carácter de cortijo agroganadero de “Las Chiqueras”

263.000 rechazos a través de la plataforma change.org y 4.000 alegaciones presentadas en el registro del Ayuntamiento de Níjar tendrían que ser suficientes para dejar claro que la sociedad considera que la edificación del cortijo de las Chiqueras en la bahía de Genoveses no tiene ningún interés público ni social, sino que solo responde al interés especulativo de la empresa que lo quiere realizar: Torres González y Díaz SL.
Un cortijo que en 2012 se restauró para convertirse en un espacio agroganadero, con una fábrica rehabilitada para eco-museo, y que se ha utilizado durante los últimos 12 años para la celebración de fiestas, principalmente bodas, bautizos y comuniones, concentrando cada día de eventos a cientos de personas, vehículos o autocares, que perturban la paz y tranquilidad que reclama un espacio como el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, considerado por la UNESCO, Reserva de la Biosfera, por ser un espacio del planeta reconocido a nivel internacional y seleccionado por el interés científico, tanto en lo ecológico, lo biológico y lo cultural. Considerado Sitio Ramsar, por tener humedales de importancia internacional, está incluido en la Red Global de Geoparques. Naciones Unidas lo considera también Zona Especialmente Protegida. La Unión Europea lo cataloga, además, como Zona de Especial Protección para las Aves y Zona de Especial Conservación. Por último, la administración andaluza valora sus castillos, elementos defensivos, aljibes, norias, molinas, molinos de viento y molinos hidráulicos como Bienes de Interés Comunitario.

Foto: Manifestación del 27 de septiembre en Almería © Julián VEra

Ese ansia especulativa de la empresa Torres y González Díaz SL, pretende ahora dar un paso más y transformar el cortijo en un complejo hotelero con 30 habitaciones, 70 plazas de aparcamiento y piscina, lo que provocará realizar infraestructuras atravesando la bella bahía de Genoveses para llevar las redes de abastecimiento, electricidad y saneamiento que atiendan las necesidades de las 350 personas que usen ese posible nuevo edificio. La obra se realizará en una zona de cultivos agrícolas C1, no destinada para esos usos, infringiendo la normativa urbanística de Andalucía y la normativa ambiental que impide la creación de nuevos núcleos habitados en esta zona del espacio protegido.
La Junta de Andalucía, a través de la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, ha rechazado el recurso de alzada presentado por Amigos del Parque a la autorización ambiental unificada al proyecto, usando el argumento de la Ley de Impulso de Sostenibilidad del Territorio de Andalucía, que fue creada en tiempos de la pandemia para relanzar la economía de la comunidad autónoma. Hace una interpretación interesada del Plan de Ordenación de los Recursos Naturales, dando vía libre a una construcción que no está vinculada al uso agrícola, forestal o ganadero que tiene ahora ese cortijo de Las Chiqueras, dando un uso hotelero a todos los elementos de la explotación agrícola que no tienen carácter residencial, que tampoco son viviendas y que representan el 90 por ciento de las edificaciones existentes. Más claro: blanco y en botella.

Antonio Hermosa
Vicepresidente de la Asociación Amigos del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar

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