Cartas y opiniones
Esta revista pretende ser un medio de expresión abierto y plural, por lo que la Asociación y la redacción no se identifican necesariamente con las opiniones de las cartas y/o colaboraciones esporádicas que se publican en estas páginas.
Cuidado de gatos en el Cabo de Gata
No es la primera vez que el Eco del Parque recoge en sus paginas la opinión de alguna persona con manía o aversión hacia los gatos, manifestando una absoluta ignorancia sobre su idiosincrasia. No cabe calificar de otra manera a quien considera que constituyen una seria amenaza para el medio ambiente. No se queja de si constituye una seria amenaza la suciedad que impregna pueblos y carreteras situados en el Parque Natural. Tampoco parece una amenaza el permanente incremento de las edificaciones y no hay queja sobre la descontrolada turistificación de los meses de verano. No, el problema, según el vecino anónimo, son los gatos. El medio urbano, al igual que cualquier entorno, cuenta con su propia fauna adaptada a la vida en la ciudad. Así tenemos aves como palomas, gorriones, estorninos y también nos encontramos con ratón domestico, ratas e insectos tales como la cucaracha y desde luego gatos.
Cualquier lector de las paginas del Eco que no conociera personalmente las diferentes pedanías del Parque Natural pensaría que vivimos rodeados de gatos por todas partes y sufriendo diferentes enfermedades que al parecer nos transmiten.
En contra de lo que dice el autor de la carta sí que se controlan los gatos ferales, callejeros que no salvajes. El gato salvaje no existe, salvo que nos refiramos al gato montés y no creemos que estemos hablando de ellos. Somos muchos los vecinos y vecinas que nos preocupamos y ocupamos de su bienestar. Un gato feral aporta más a la sociedad de lo que se puede llegar a pensar a simple vista: elimina plagas, reduce la transmisión de enfermedades, mejora el crecimiento de zonas verdes y reduce el gasto público en programas anti plagas.
Foto: Gatos ferales del Parque © Cuidadoras/es de Colonias felinas
Foto: Gatos ferales del Parque © Cuidadoras/es de Colonias felinas
Capturar para exterminar o envenenar (está penado por Ley art. 336 del Código Penal que contempla penas de hasta dos años de prisión) y no es una solución, porque por el efecto vacío de los territorios que quedan sin gatos, estas zonas se vuelven atractivas a nuevos gatos que no tardarán en multiplicarse. Por eso desde el Ayuntamiento de Níjar tienen la voluntad y obligación, tal y como marca la Ordenanza reguladora de tenencia y protección de animales, de hacer las cosas bien en términos de eficacia y ética, promoviendo la aplicación de la metodología de captura, esterilización y retorno también conocida como CER. Se trata de facilitar la mejor vida posible a los gatos que pertenecen por nacimiento a un lugar ya que ellos estaban antes de que llegáramos los turistas a vivir a las pedanías de costa del Parque Natural y coexistían en perfecta armonía entre los pescadores y vecinos autóctonos.
Estos animales mantienen un vinculo emocional y territorial con su familia que se llama colonia y son atendidos de forma altruista y voluntaria por los y las cuidadoras que no solo somos las personas que gustamos de la presencia de los gatos en nuestro entorno, ya que hay muchas residentes y visitantes que disfrutan de su presencia. Desde los años setenta se sabe que la mejor manera de limitar el exceso de gatos en un área es esterilizándolos e identificándolos con una marca en la oreja. Para saber si una gata feral está esterilizada basta observar si tiene la punta de la oreja cortada. Si no es el caso conviene contactar al Ayuntamiento por teléfono para que se haga cargo.
La buena convivencia en el Parque Natural de Cabo de Gata pasa por el respeto a las personas, al entorno y a los animales, también a los que forman parte de la fauna urbana de los lugares donde vivimos, porque nos guste o no convivimos con animales. Este es el objetivo al que aspiramos.
Solo hace falta que los responsables del Ayuntamiento de Níjar apliquen la Ordenanza reguladora de tenencia y protección de animales y ofrezcan más herramientas de colaboración a unos vecinos, vecinas y colectivos que de modo altruista trabajamos en la consolidación del CER y el bienestar animal en la Comarca de Níjar.
Cuidadoras/es de Colonias felinas de San José y otras pedanías de Níjar