Plantaciones de regadíos en el Parque
Hace unos años se inició una progresiva transformación de la finca La Joya de Agua Amarga, dentro del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, por parte de una empresa con sede en Murcia. Si bien esta finca tiene una superficie importante de cultivos agrícolas de secano, en pocos años se ha transformado en una enorme extensión de cultivos intensivos de frutales en regadío con una superficie de unas 170 hectáreas.
La transformación ha supuesto una drástica transformación del paisaje típicamente árido, al sustituirlo por una plantación intensiva (alta densidad de plantación) con elevada demanda de recursos hídricos. Los cultivos establecidos son de melocotón, nectarina, ciruela y paraguayo, que obviamente no son cultivos tradicionales de la zona. De hecho, son los primeros cultivos intensivos de estas especies que se establecen en el Parque Natural.
Esta transformación no cumple con algunos objetivos del Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) del Parque Natural, como, por ejemplo, el de “Conservar los paisajes áridos terrestres, los agroambientes áridos y los costero-marítimos, como expresión de la integridad de los ecosistemas y la interacción entre el medio natural y la actividad antrópica tradicional, desde el reconocimiento de que su excepcional singularidad constituye el principal referente del espacio”. Tampoco cumple con algunos criterios y directrices generales establecidos en el PORN en relación con las actividades agrícolas, por ejemplo, con la que dice: “Con la finalidad de conservar el patrimonio agroambiental tradicional en las transformaciones de secano a regadío, se deberá evitar la transformación de grandes extensiones que modifiquen y empobrezcan este paisaje árido de alto valor ambiental”.
Foto: Frutales en regadío en Agua Amarga © CG
Una cuestión muy grave de esta transformación es que se ha plantado en zonas B1 y B2 establecidas por la zonificación del PORN, donde el establecimiento de estos cultivos es claramente incompatible. Las zonas B1 son “Áreas Naturales de Interés General”, que incluye áreas de marcado carácter forestal en las que la función protectora de la vegetación frente a los agentes erosivos, la regulación de los recursos hídricos, su valor ecológico y paisajístico, o su importancia en el mantenimiento de la biodiversidad, se consideran cuestiones prioritarias en el aprovechamiento de los recursos. Los criterios de ordenación de estas áreas son la protección de la biodiversidad biológica, el cumplimiento de funciones de amortiguación, la promoción de la multifuncionalidad de estas áreas y el mantenimiento de los usos actuales compatibles con los objetivos de conservación. En las zonas B1 se consideran incompatibles los cambios de uso del suelo (apartado 5.4.2.1. del PORN). La superficie ocupada por los cultivos en zona B1 es de unas 11 hectáreas. También se han ocupado zonas B2 (Áreas seminaturales con usos tradicionales), con una superficie de unas 70 hectáreas. En estas zonas se permite la actividad agraria tradicional, adecuada a los recursos edáficos existentes y respetando las formaciones arbustivas existentes y se considera incompatible la transformación de tierras de secano a regadío (apartado 5.4.2.2. del PORN). En las zonas B1 y B2 ocupadas por los nuevos cultivos habrían coexistido dos hábitats de interés comunitario incluidos en el anexo I de la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, en concreto matorrales termomediterráneos y preestépicos (5330) y zonas subestépicas de gramíneas y anuales del Thero-Brachypodietea (6220). El establecimiento de este monocultivo intensivo ha destruido estos hábitats en esas zonas y ha interrumpido la continuidad existente entre las zonas de agricultura tradicional con las de secano y la superficie forestal. Esta fragmentación del ecosistema incide negativamente en la biodiversidad del entorno, pudiendo afectar directamente a las aves esteparias.
Foto: Ortofotografía finca La Joya de Agua Amarga
El resto de la superficie se encuentra en zonas C1, donde está permitido el uso agrícola y la transformación de áreas de secano a regadío, siempre y cuando se justifique la disponibilidad de agua para los cultivos en función de las necesidades de los mismos. Según algunas estimaciones, este tipo de cultivos necesitaría unos 3600 metros cúbicos por hectárea y año. Dotación de agua que, al parecer, la empresa que explota la finca no ha podido justificar que disponga de ella legalmente. Cabe señalar que la finca se encuentra encuadrada dentro de la masa de agua subterránea denominada “Sierra de Cabo de Gata” (código 060.056), declarada en mal estado. Dicha masa de agua dispone de escasísimos recursos hídricos y se encuentra fuera del ámbito de distribución de la Comunidad de Usuarios de la Comarca de Níjar (CUCN) que gestiona el agua procedente de la desaladora de Carboneras. Nos preguntamos, ¿con qué agua han estado regando la extensa superficie de cultivos hasta ahora y siguen haciéndolo?
Además de la alteración paisajística, la plantación en zonas no compatibles con el PORN y su consecuente afección sobre los hábitats naturales, se habrían visto afectados distintos cauces públicos que discurren por la finca y sus zonas de servidumbre, que deberán ser restaurados.
La plantación realizada no cuenta con las pertinentes autorizaciones ni licencias, por lo que le fue abierto un expediente sancionador en el que se le pedía la restauración de los elementos naturales alterados a su estado anterior. Todavía no se ha realizado dicha restauración y no sabemos con qué diligencia va a actuar la administración competente para obligar al responsable a llevarla a cabo.
Nos encontramos ante una grave agresión al medio natural por una transformación de uso del suelo manifiestamente incompatible con las directrices del Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar. Instamos a las administraciones competentes a que obliguen a los responsables a restaurar el medio alterado a su estado original a la mayor brevedad posible e impongan las sanciones económicas oportunas.
Asociación Amigos del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar