Un espacio para la imagen: Pérez Siquier y el Cabo de Gata

Fotógrafo, cuya obra ha quedado universalmente vinculada a la provincia de Almería y su condición mediterránea a través de sus paisajes, entornos urbanos –concebidos como espacios intervenidos por el ser humano– y habitantes –tanto locales, como ocasionales–, desde muy pronto Carlos Pérez Siquier (Almería, 1930-2021) convirtió el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar en objetivo de atención de su mirada. Una mirada –activa y siempre ávida de experiencias, en algunos casos, sólo al alcance del ojo del artista– que, si durante la etapa del blanco y negro centrará su interés en lo inédito de los paisajes vírgenes y la singularidad de unas edificaciones tradicionales diseminadas por poblaciones urbanísticamente poco desarrolladas y estrechamente vinculadas a los oficios marineros de un paisanaje que también se convertía, mimetizado con el escenario, en objeto de interés para el fotógrafo, con el paso del tiempo, y con éste el paso al color y a la visión fragmentada de la realidad –características afines a la evolución estética de un fotógrafo siempre a la vanguardia, considerado como uno de los clásicos de la renovación fotográfica española y uno de los pioneros europeos de la fotografía en color–, se esencializó, buscando la Belleza en lo cotidiano. En las sugerencias y provocaciones que a cada paso se presentaban ante un fotógrafo siempre atento a aquellos detalles o perspectivas que transforman en excepcional lo que para otros pertenece, a primera vista, al universo de lo ordinario.

Siempre preocupado por capturar en sus imágenes la luz limpia y abrasadora, en ocasiones sugeridora –cual espejismos– de una realidad paralela divisada únicamente a través de su cámara, de Almería y el Cabo, ya en los años sesenta –en paralelo a sus trabajos para el Ministerio de Información y Turismo, donde comenzó a colaborar como fotógrafo independiente en 1963– mostró Pérez Siquier un especial interés por el paisaje y los habitantes del Cabo, como quedaría patente en el reportaje que en 1964 realizó en Níjar. Unas fotografías cuyo espíritu humanista y sentir estético se mantendría intacto en la serie dedicada en 1970 a la Isleta del Moro, y en tantas otras instantáneas capturadas en blanco y negro en aquel paraíso natural.

Con la llegada del color, a partir de la década de 1970, el fotógrafo siguió mirando, con más atención y celo si cabe –tal vez inspirado por sus vívidos colores y las continuas provocaciones que éstos le sugerían–, al Cabo. Así, al margen de sus paisajes y fotos “sueltas”, si en la serie La playa, iniciada en 1972, no estarán casi presentes los espacios del Parque, aquéllos adquirirían un especial protagonismo en las series Color del Sur (1980-2012) e Informalismos (1990-2000). Dos propuestas en las que Pérez Siquier convertiría al Cabo en protagonista para, sin manipular ni forzar la realidad, mostrarnos a través de la fragmentación, la luz y el color –ese intenso color que caracteriza la obra del almeriense, convirtiéndose en marca personal y fuente de inspiración para otros muchos– una nueva realidad, mágica y extraordinaria, donde la belleza del instante capturado por el fotógrafo, cual taumaturgo, se nos ofrece como un mundo lleno de sugerencias inéditas de un altísimo valor estético.

Juan Manuel Martín Robles
Doctor en Historia del Arte. Director de la Fundación de Arte Ibáñez Cosentino

 

PREMIOS

2003: Premio Nacional de fotografía, otorgado por el Ministerio de Cultura de España0.

2003: Medalla de Oro de Andalucía, otogado por la Junta de Andalucía

2005: Premio “Pablo Ruiz Picasso” de Artes Plásticas. Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía

2013: Premio Bartolomé Ros “por su labor como dinamizador de la fotografía, a través del grupo AFAL y por su obra en color que abrió las puertas para la ampliación de las fronteras de la fotografía en los años sesenta y setenta

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