Los nuevos servidores de las playas
El pasado verano las playas del Parque contaron con unos trabajadores, inéditos hasta ahora, dispuestos a velar por la salubridad de la abigarrada población que acudió al Parque con la confianza de que Almería había sido una provincia con escasa incidencia de la pandemia. Eran los informadores de playa y las limpiadoras de los servicios.
Al llegar a la playa de San José, en módulos de vestuarios y aseos, siempre encontramos una mujer uniformada, atenta y amable, pendiente de quién utiliza los servicios. Se turnan Paqui y María.
-“Señora, señora, espérese un momento, que tengo que desinfectar el baño”
– No, si no voy al baño, voy para allá.
– ¡Ah!
Es Paqui:
Nosotros tenemos que desinfectar los baños cada vez que entra una persona para que pueda entrar otra. Estamos de 11 de la mañana a 8 de la tarde, con una hora para comer durante la que se cierran los baños y luego, a la ocho menos cuarto, cuando vamos a cerrar, limpiamos y lo dejamos todo preparado para el día siguiente.
¿Y qué normas hay para prevenir los contagios?
Que tienen que llevar las chanclas, que tienen que llevar la mascarilla, en los servicios tienen que entrar de uno en uno, no se pueden cambiar de ropa en los vestuarios, hay que lavarse las manos con el gel hidroalcohólico antes de utilizar las duchas y el lavapiés. Yo se lo recuerdo a los usuarios.
¿Y si alguien no le hace caso?
Yo lo digo de buenas maneras, si lo quieren hacer, bien, si no pues nada. Hay gente que se lo toma bien y otras no se lo toman bien; hay gente que hace caso, hay gente que no hace caso, hay gente que te habla bien, hay gente que te contesta mal.
¿Y también hay quien lo hace todo bien sin que se le diga nada?
No hay mucha gente que lo haga, hay que decírselo. También hay gente que ha hablado muy bien, felicitando al ayuntamiento. Un caballero de Cartagena me dijo que le diera las gracias al ayuntamiento y a la alcaldesa por este servicio. Lo ha dicho mucha gente: “Habría que hacer un escrito para que todos los años hubiera gente aquí para que mantuviera los baños limpios”.
¿Y qué es lo mejor que le ve a este trabajo?
Servir a la gente.
Lo que sí quisiera es dar las gracias al ayuntamiento, por una parte, por lo bien que ha hecho esto y contratar a dos personas aquí para que mantengan los baños limpios para la gente, para que haya higiene y que el año que viene, con pandemia o sin pandemia, que me vuelvan a llamar.
Foto: Limpiadora de los aseos © JMJH
Foto: Tenemos que desinfectar los baños cada vez que entra una persona © JMJH
Informadores de las playas
Con camisetas rojas unos, puestos por el Ayuntamiento de Níjar; blancas otros, contratados por la Junta de Andalucía; los informantes recorren las playas una y otra vez. En San José nos encontramos con Elia y Celia. No es un juego de palabras, son dos jóvenes universitarias que aprovechan las vacaciones para ganarse un dinerillo y hacer un importante servicio a la ciudadanía. En otro turno, Mar y Hugo, también universitarios.
A mí también me gustaría que me pagaran por pasearme.
Sí, nos pagan por pasearnos y por discutir con la gente -dice Elia-. Porque si todas las personas hicieran caso de todo lo que le decimos, sería un trabajo estupendo. Porque lo único que te molestaría sería las muchas horas que pasas bajo el sol. Pero, si encima de todo, le hablas bien a la gente y hay muchos maleducados, es duro. Le hablas mal a un trabajador que cumple con su misión.
CELIA: Hay de todo.
ELIA: Y dicen que cobramos mucho dinero y no es verdad. Uno de nuestros primeros días salimos de aquí llorando porque se nos echó la playa encima. Después nos dijimos: Ya está, ya no lloramos más. A mí me han llegado a decir: “¿es que solo le regañáis a los de aquí?” ¿Tú te crees que yo voy a saber si son de aquí o no? Nosotros no regañamos, nosotros informamos. Otras veces me han dicho: “Toda la vida en San José y ahora viene una niña a decirme lo que tengo que hacer”
Pero, ¿de qué tenéis que informar?
Lo principal es que la orilla esté despejada. Si están en la orilla y no llevan mascarilla, se lo decimos. La gente se lo toma fatal. Los deportes en grupo tampoco están permitidos. En el agua no se puede estar con colchonetas ni nada que flote, dentro del agua es difícil mantener la distancia de seguridad, entonces es mejor que no haya nada porque los niños pueden compartir las cosas. Lo único que está permitido son los flotadores de los niños chicos, los manguitos y poco más. No se puede jugar a las palas en la orilla. Lo importante es que la orilla esté despejada.
Foto: Los informantes recorren las playas una y otra vez © JMJH
Foto: Elia y Celia © JMJH
¿Hay más gente que se molesta o gente que lo agradece?
CELIA: Por la mañana hay gente que se molesta más y por la tarde están más calmados. Y en agosto la gente viene más alterada, más tensa. También vienen a chivatear que alguien ha hecho algo no permitido. Pero hay mucha gente que se porta bien.
ELIA: Sí, hay mucha gente que lo hace bien, pero se nota más los que lo hacen mal. Una vez se pegaron unos padres porque uno le dijo a un niño que se pusiera las chanclas y tuvo que intervenir la Guardia Civil.
¿Qué es lo que más le molesta a la gente?
CELIA: La mascarilla. Es obligatoria siempre que no estés en tu sitio o en el agua.
ELIA: Y hay mucha gente que está en la orilla sin la mascarilla y les digo “perdona, si no estás en el agua tienes que llevar mascarilla”. Entonces se meten en el agua y dicen: “¡Ah! Ya está, ya está”. Y pienso, no está, porque te está llegando el agua solo hasta los tobillos”.
Y otra cosa que es básica, es ponerse las chanclas para la ducha. Nadie se las pone.
CELIA: Tuve yo una con una que decía que era médica, me dijo: “esto de las chanclas es una tontería, yo soy médica”. Y saltó una mujer defendiéndome: “pues vaya médica”. No me imaginaba yo que necesitáramos recordárselo. Pero hay mucha gente que nos dan las gracias y nos dicen que nos teníamos que tirar aquí todos los años porque se sienten más seguras.
ELIA: A mí me satisface cuando me dicen esas cosas. Me siento super bien. A nivel personal no me acaba de satisfacer porque hay mucha gente que por mucho que le digamos y le expliquemos tienen la mente cerrada y no te escuchan.
Foto: Grupo sin guardar precauciones © JMJH
Foto: Jugando a las palas en las Calilla © JMJH
¿Qué es lo mejor de este trabajo?
Los cuatro coinciden en que lo mejor del trabajo es haber velado por la salud de la gente, pero Hugo añade: Principalmente que estás en la playa y disfrutas del término municipal.
¿Y lo peor?
HUGO: Que mucha gente solo mira por ellos. Hay quien tiene un enfoque más generoso, otros más egoísta.
MAR: El problema es que estás hablando de salud y la gente es tan irresponsable…
Si fuese necesario el año que viene ¿os gustaría repetir?
MAR: Si fuera necesario sí.
HUGO: Incluso en una situación que no fuera de coronavirus, por ejemplo, pasear por la pasarela de madera o en las duchas necesitas llevar calzado.
¿Pensáis que cuando se acabe la pandemia sería necesario seguir con este trabajo?
Conveniente sí, quizás no tan necesario.
Foto: Hugo y Mar © JMJH
Foto: Grupos guardando las distancias © MVR
A final de verano la enfermedad había aumentado en Almería. Es de suponer que lo hubiera hecho muchísimo más si no se hubieran tomado esas precauciones y bastante menos si absolutamente toda la gente hubiera seguido al pie de letra todas y cada una de las instrucciones recibidas. La población flotante se fue con la piel de color caoba por los efectos del astro rey y los contagios empezaron a disminuir, pero el virus sigue entre nosotros. Sin que nos los recuerden a orilla de playa o junto a los aseos, tenemos que seguir adoptando las precauciones aprendidas porque esta pandemia la hemos de parar entre todos.
Entrevista realizada por Juan Manuel Jerez
Secretario de la Asociación Amigos del Parque