Vida natural

¿Qué hacer ante un accidente?

Código penal. Elaboración propia © JMJH​

Saber como actuar cuando se está en presencia de un accidente o una situación de deterioro súbito de la salud, aunque uno no sea un profesional, puede salvar alguna vida o, cuando menos, reducir la posibilidad de complicaciones en las lesiones o deterioro del estado de los afectados. Además socorrer es obligatorio y su omisión está penada por la Ley.

La mayoría de los expertos coinciden en que la mejor manera de afrontar la situación es seguir la metodología PAS: Proteger. Alertar. Socorrer.

1. Proteger

Hay que hacer un esfuerzo para mantener la calma. Lo primero es garantizar la seguridad propia, de las víctimas y de la escena:
Autoprotección: Si se llega en vehículo, pararlo en lugar seguro y señalarlo con triángulos, lámpara V16, luces de emergencia. Guardar las precauciones y señalización personal: chaleco, linterna…
No fumar ni dejar fumar en la zona.
No entrar en el lugar hasta que se tenga la seguridad de que no se corre peligro de convertirse en otra víctima. No acercarse si hay fuego, riesgo de explosión, mercancías peligrosas o ambientes contaminados, si no se dispone de los equipos de protección, ni aproximarse a lugares de acceso difícil o peligroso.
Llevar guantes y mascarillas de protección para reanimación cardiopulmonar (RCP).
En casos de incidentes violentos activos intencionados, la prioridad será tomar las medidas oportunas de autoprotección y realizar una alerta precoz a los servicios de emergencias. Escapar del lugar con rapidez, si no es posible, esconderse y evitar hacer ruido, asegurar el lugar bloqueando las entradas, desactivar el sonido y vibración del teléfono y otros dispositivos, esperar la llegada de las fuerzas del orden.
Protección de la escena: Señalizar cuanto antes la zona con triángulos, cinta perimetral o algún elemento improvisado, interponer vehículo. Pedir a espectadores que se pongan a limitar el paso de personas o a redirigir el tráfico hasta la llegada de la policía.
Protección a los afectados: Si es posible, neutralizar el agente agresor y protegerlos de peligros sobreañadidos: apagar fuegos, desconectar motores, cortar corriente, apuntalar, etc.

2. Alertar

El “que alguien llame a una ambulancia” no vale. Se ha de avisar inmediatamente, lo que implica un rápido reconocimiento de la situación de emergencia. Es preferible que el centro coordinador reciba varias llamadas sobre la misma urgencia a que no reciba ninguna o éstas lleguen tarde.
¿A quién alertar? En Europa el teléfono único para todas las emergencias es el 112, con una gran cobertura, se puede llamar desde cualquier teléfono, sin fichas, ni saldo, ni SIM y es totalmente gratuito. En Andalucía las emergencias sanitarias se atienden también en el 061.
¿Qué decir?: Es importante no perder la calma y vocalizar bien y despacio. Informar de:
Desde dónde llama: Lugar y número de teléfono. Recordar la hora.
Naturaleza del accidente. Si es tráfico, agresión, caída, enfermedad súbita, etc.
Localización exacta (calle, número, punto kilométrico, sentido de la circulación…), puntos de referencia, posibles dificultades de acceso y cualquier detalle que pueda facilitar la llegada.
Número de afectados, estado aparente (si están inconscientes, si sangran, si hay atrapados o sepultados, etc.) y lesiones visibles. Para ello hay que hacer una evaluación rápida de la situación desde varios puntos de vista rodeando la escena para no obviar lesionados ocultos.
Peligros sobreañadidos para los afectados y los socorredores: Riesgo de caída de vehículo, fuego o riesgo de incendio, caída al agua, mercancías peligrosas, animales sueltos, etc.
Efectivos presentes. Servicios públicos que están actuando.
Responder a todas las preguntas que se hagan sin perder la paciencia, seguir todas las instrucciones que den, no colgar el teléfono hasta que se le indique y seguir atento por si vuelven a llamar para requerir más datos.

Conducta PAS. Elaboración propia © JMJH​

3. Socorrer

El objetivo es disponer al lesionado en la mejor situación clínica posible, previa a la actuación del personal sanitario.
Como norma general, no se debe mover a los heridos si la causa ha sido traumática, salvo si hay gran peligro inmediato y procurando no movilizar la columna. No quitar la ropa. No quitar el casco a motoristas salvo necesidad urgente de realizar una reanimación cardiopulmonar (RCP) y hacerlo sin movilizar el cuello. No extraer cuerpos extraños clavados.
Intentar tranquilizar a los heridos.
No dar de comer ni beber a un herido con o sin conocimiento. Si tiene mucha sed se pueden humedecer los labios.
Lavarse las manos antes de intervenir (utilidad de disponer de gel hidroalcohólico) y ponerse guantes si se dispone de ellos.

Evaluación del pulso carotídeo © JMJH

Maniobra frente mentón © JMJH​

Mascarilla para RCP © JMJH​

Posición lateral de seguridad © JMJH​

Apartar a los leves que puedan andar y evaluar a cada afectado mediante la metodología ABCDE.
A: Airway: vía aérea. Abrir la vía aérea con maniobras básicas como frente-mentón. Comprobar que no hay ningún objeto extraño en la boca. Observar sonidos respiratorios anormales y color amoratado de la cara.
B: Breathing: respiración. Durante no más de 10 segundos, acercar la oreja a su boca para mirar si se eleva el tórax, escuchar si sale aire y sentirlo en la mejilla o si hay respiración agónica (serie de jadeos ruidosos). Contar la frecuencia respiratoria, de 12 a 20 por minuto es normal, por encima o por debajo de esos valores hay que comunicarlo a emergencias.
C: Circulation: circulación. Se evaluará el estado circulatorio palpando el pulso carotídeo, colocando los dedos índice y medio sobre el cuello al lado de la tráquea, en el área blanda. Si no hay pulso y no respira aplicar la RCP y pedir un desfibrilador.
D: Disability: déficit neurológico. Metodología AVDN: Si habla o se mueve, está alerta (A). Si no habla o no se mueve, preguntar algo para ver si responde a estímulos verbales (V) y si no responde, se le presiona en algún lugar del cuerpo para provocarle algo de dolor y comprobar si responde a estímulos dolorosos (D). En el caso de que la víctima no se mueva o no responda (N) se encuentra inconsciente y puede presentar un problema en la vía aérea. Colocar en posición lateral de seguridad.
E: Exposure: exposición. Se realizará un examen completo en busca de heridas, deformidades, hematomas (sobre todo alrededor de los ojos y detrás de las orejas), sangre por orificios (especialmente nariz y oído), quemaduras, señales de picaduras o arañazos, objetos clavados, enrojecimiento, puntos dolorosos o insensibles, movimientos respira torios, color y temperatura de la piel. Si está consciente se le preguntará.
Serán atendidos de acuerdo con su gravedad y la capacidad y posibilidades de quien atiende. 

CABCDE
En accidentes traumáticos, la metodología de actuación será CABCDE, la primera C: controlar hemorragias consiste en identificar signos de sangrado masivo que pueda poner en riesgo la vida de la víctima, como la presencia de un gran charco de sangre, sangrado abundante o pulsátil, ropa empapada o amputación total o parcial de un miembro.
Antes de proceder a otra actuación hay que controlar la hemorragia. Se hará presión en el punto de sangrado con gasas y venda, preferentemente el denominado vendaje de emergencia (vendaje israelí). Si la lesión es lo suficientemente profunda y extensa, se introducirán las gasas y vendas, a ser posible con agentes hemostáticos, y en su defecto, cualquier tejido, de tal manera que toda la lesión quede rellenada (empaquetamiento). En amputaciones traumáticas con hemorragia externa, con importante sangrado de múltiples focos que no permita la adecuada aplicación de presión directa o cuando ésta falla, utilizar un torniquete homologado si se tiene acceso y se está entrenado.
En el caso de carecer de estos materiales, se realizará presión directa con las dos manos en el punto de sangrado hasta que se disponga de ellos o hasta ser relevados por personal sanitario o más experimentado.

Actuación sobre accidentados. Elaboración propia © JMJH

Abrigar a la víctima
No se debe olvidar el aislamiento térmico. Se cubrirá con cualquier elemento/abrigo que evite que la temperatura de la víctima descienda. Es conveniente disponer de manta térmica de emergencias tipo “Sirius oro-plata”, de gran eficacia, pequeño tamaño y poco coste.
Es muy importante que todo el mundo tenga conocimientos de primeros auxilios. Cada vez se realizan más campañas en colegios y otros colectivos y hay empresas que imparten cursos homologados a particulares y empresas. También es importante la formación en el uso de los desfibriladores semiautomáticos, idóneos para su uso por personas ajenas a la profesión sanitaria, cuyo manejo es sumamente sencillo, pues el mismo aparato te dice como tienes que actuar. Cada vez hay más lugares públicos dotados de ellos, por ley o por responsabilidad de sus gestores. Incluso en parques y plazas públicas pueden encontrarse (en los de nuestro Parque Natural no he visto ninguno).

Desfibrilador en la plaza de Sierro © JMJH

Manta térmica de emergencias © JMJH

Vendaje de emergencias © JMJH

Desfibrilador en el Puerto de San José © JMJH

Un botiquín básico debe contener los objetos y medicamentos necesarios para proporcionar los primeros auxilios en caso de accidente o enfermedad y resolver los pequeños problemas derivados de lesiones de poca importancia. Debe estar presente en todos los hogares y centros de trabajo y llevarlo en el vehículo. En el Eco del Parque, nº 19, del verano de 2021, puede verse, a modo orientativo, una propuesta de botiquín individual:
https://cabodegata.net/16-vida-natural-caminar-un-ejercicio-perfecto-para-mantener-la-salud-eco-no19/

Juan Manuel Jerez

Para saber más:
http://www.epes.es/?publicacion=guia-de-primeros-auxilios
http://www.epes.es/?estaticos=consejos-sanitarios-2
https://www.juntadeandalucia.es/boja/2012/46/2
https://www.cardioprotegidos.es/blog/como-utilizar-un-desfibrilador
https://www.senditur.com/es/blog/como-funciona-una-manta-termica-y-para-que-sirve/

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