El sapillo moteado nueva especie de anfibio para el Parque Natural

Los anfibios fueron los primeros vertebrados que salieron del agua y conquistaron la tierra, pero lo hicieron de manera algo imperfecta. En su proceso evolutivo, no fueron capaces de desarrollar algún tipo de cobertura externa que protegiera sus huevos de la desecación y la mayoría siguen dependiendo del agua para reproducirse. Por ello, aunque los adultos pueden vivir alejados del agua, siempre tendrán que acudir a ella si quieren reproducirse. Además, la mayoría tienen epidermis muy finas, lo que limita su exposición al sol durante mucho tiempo.

Con estos antecedentes es fácil imaginar que Almería en general, y el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar en particular, donde la aridez es la protagonista, no sea el mejor lugar donde buscar anfibios. De hecho, de las 27 especies nativas presentes en la península ibérica, tan solo 8 aparecen en nuestra provincia y, hasta el momento, solo teníamos constancia de tres especies en Cabo de Gata. Sin embargo, esta primavera hemos podido confirmar la presencia de una nueva especie: el sapillo moteado septentrional (Pelodytes punctatus).

Foto: Sapillo moteado encontrado en un aljibe del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar © Gabriel Martínez del Mármol

El sapillo moteado es un pequeño anfibio de entre 4 y 5 cm, de aspecto grácil y parecido a una rana, de la que podemos distinguirlo por presentar este último pupila vertical y tímpano apenas visible, mientras que en la rana la pupila es horizontal y el tímpano muy patente. Además, el sapillo moteado no presenta membranas interdigitales en las extremidades posteriores, a diferencia de las ranas, que sí la presentan.

Foto: Distribución del sapillo moteado septentrional. Fuente UICN

Se trata de una especie de hábitos muy discretos, lo que la convierten en uno de los anfibios más difícil de localizar. Vive alejado del agua la mayor parte del año y gracias a su gran capacidad trepadora, es frecuente que se refugie en zonas rocosas con grietas y cuevas, donde incluso puede llegar a completar todo su ciclo de vida siempre que haya agua en su interior, lo que dificulta aún más su detección.

Por suerte, esto cambia durante el periodo de celo, que en nuestra provincia suele ocurrir entre febrero y marzo. Entonces los adultos acuden a las charcas o pequeños arroyos temporales en los que se reproducen y durante algunos días, es posible escuchar su canto a lo largo de todo el día. Un canto muy característico de dos notas, que recuerda el descorche de una botella y que se puede oír a cierta distancia.

Un hallazgo casual
La primera pista sobre la presencia de la especie en Cabo de Gata nos la dio el hallazgo casual del herpetólogo aficionado Gabriel Martínez de Mármol quien, en octubre de 2020 y tras descender al interior de un aljibe abandonado con el fin de rescatar una culebra bastarda adulta que había caído al interior quedando atrapada, encontró además de la culebra, un individuo de sapillo moteado.

Tras comunicarnos el inesperado hallazgo, quisimos investigar si se trataba de una cita aislada de un individuo divagante, o como sospechábamos, podría haber alguna población reproductora que habría pasado desapercibida todos estos años.

La tarea no era fácil, debido a que el lugar donde se realizó el hallazgo está en una zona repleta de antiguas minas y cavidades, y existía la posibilidad de que se tratase de una población que se encontrara viviendo en el interior de una cueva. Sin embargo, en febrero de 2023 y a unos 2 km del aljibe donde fue rescatado el primer individuo, encontramos una charca situada en una antigua cantera en la que cantaban una decena de machos.

Foto: Charca en la que se reproduce el sapillo moteado en el P.N. Cabo de Gata-Níjar © Serbal

Una población pequeña y aislada
El sapillo moteado septentrional tiene una distribución europeo-occidental, estando su distribución restringida a Francia, noroeste de Italia y parte de la Península Ibérica. En Andalucía la especie solo está presente en la provincia de Almería y, por tanto, la población hallada en Cabo de Gata es la que se encuentra más al sur dentro de su distribución mundial. Es también la más aislada. En nuestra provincia el sapillo moteado está considerado un anfibio muy escaso con poblaciones en su mayoría aisladas entre sí, pero esta parece encontrase especialmente desconectada. La población más cercana conocida actualmente se encuentra en Sorbas, a más de 30 km en línea recta.

Según se deduce de los muestreos que hemos realizado este año, parece tratarse de una población muy reducida, de apenas una decena de individuos. Solamente un seguimiento a más largo plazo de esta población podrá decirnos con mayor exactitud y fiabilidad su tamaño real.

Por último, es importante señalar que ya hemos contactado con la propiedad de la cantera y la dirección del Parque, mostrando ambas partes interés por el hallazgo y la voluntad de conservar este importante enclave reproductor para uno de nuestros anfibios más escasos.

SERBAL
Sociedad para el Estudio y Recuperación de la Biodiversidad Almeriense

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