Vida natural

El Litoral del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar y el cambio climático: estimaciones y perspectivas de futuro III

AUMENTO DEL NIVEL MEDIO DEL MAR
La variación del nivel medio del mar debido al cambio climático y al efecto invernadero suscita gran interés en la población, en la comunidad científica, en las autoridades y en los medios de comunicación.
Los estudios más recientes muestran que a nivel mundial el ascenso del mar está siendo más rápido de lo esperado, habiendo variado de 1,5 mm/año en el periodo 1900-2010 a los 2,8 y 3,6 mm/año en los últimos 7 años de ese periodo, aumentos que se han cumplido y que no tienen precedentes en los últimos 100 años.
En España, según la zona estudiada, se han obtenido tasas de aumento de entre 1 y 3 mm/año. Esta tendencia al alza se sigue manteniendo e incluso creciendo de cara al futuro, según las distintas proyecciones realizadas recientemente.
De acuerdo al Sexto Informe del Grupo Intergubernamental de Expertos para el Cambio Climático (IPCC), fechado en 2019, se prevé una tasa de aumento a nivel mundial de 6 mm/año, incremento que tiene un alto nivel de certidumbre para el escenario más favorable. Ello nos llevaría a un incremento de la lámina de agua de hasta 12 cm para el horizonte 2050.
A partir de esa fecha, el incremento se puede disparar y llegar, según el peor de los modelos, de 61 cm hasta el 1,10 m para el horizonte cronológico 2100.
Estamos, pues, ante un fenómeno que en la actualidad tiene consenso en la CCI, como respuesta al forzamiento climático antropogénico. El nivel del mar se incrementa porque aumenta la temperatura global del planeta que disminuye la superficie y el volumen de hielo en los polos y la criosfera y también por la expansión térmica de los océanos debido a su progresivo calentamiento.
Es precisamente este aumento lo que más inquietud genera entre los expertos por las repercusiones que puede tener en los ámbitos costeros. A ello hay que sumar la mayor frecuencia de eventos extremos como pueden ser las DANA’s a las que se suelen asociar grandes temporales marinos, lo que aceleraría los procesos de inundación y erosión costera.

Foto: Playa de los Genoveses © OM

Volvamos a nuestro territorio. Para el mar Mediterráneo se ha demostrado un incremento de 1,4 mm/año durante el s. XX y de 2,8 mm/año en las últimas dos décadas. Las previsiones de futuro anuncian que el incremento de nivel en este mar será similar a las tendencias mundiales, habiéndose fijado un ascenso que oscilará, según el abanico de escenarios RCP, entre los 6 y 14 mm/año.
La subida del nivel del mar supone una inundación de las zonas bajas de la costa, quedando ciertas partes del litoral anegadas permanentemente y un traslado hacia el interior del nivel de ataque de los oleajes que llevaría aparejadas inundaciones de carácter temporal, como digo, cada vez más internas en el territorio.
En consecuencia, el perfil activo de la playa asciende para establecer un nuevo equilibrio dinámico que se conseguirá a expensas del sedimento yacente en la playa seca, en la berma y las dunas, produciendo un retroceso de la línea de costa. Las playas de granulometría más fina serán las que sufran una mayor regresión.
Si nos fijamos en el PN Cabo de Gata-Níjar, gran parte de sus playas más representativas, como son las calas de la Media Luna, Mónsul, Barronal, Genoveses, San José, Peñón Blanco, Rodalquilar, San Pedro, Cala de Enmedio, Agua Amarga o el Algarrobico están formadas por arenas muy finas, de lo que cabe deducir un importante retroceso en las próximas décadas.
Este fenómeno puede ser cuantificado por la Regla de Bruun a través de la combinación de diversas variables, dando lugar a una aproximación al proceso regresivo en el perfil de una playa.
Si aplicamos este modelo matemático a algunas playas del Parque vemos que las mayores regresiones se darían en la bahía de los Genoveses y las playas de Rodalquilar, Media Luna, Mónsul, San José y San Miguel de Cabo de Gata (C-1).
Y no sólo eso, además de retroceder, las playas también sufrirán un cambio en su morfología y orientación al variar los promontorios en los que se apoyan y, por tanto, al modificarse las espirales logarítmicas que definen su trazado.

Elaboración propia © ARVML

Elaboración propia © ARVML

¿Qué consecuencias tendría este ascenso?
La erosión de las playas e incluso su pérdida completa será la consecuencia más evidente y lamentable de este aumento del nivel medio del mar.
Por razones obvias, las playas más perjudicadas y las que mayores problemas pueden ocasionar son las urbanas, cuyas infraestructuras impedirán la adaptación natural de la playa al nuevo escenario. En este caso, el ascenso del mar puede ser desastroso, al no existir un margen de maniobra, por estar la trasplaya ocupada por todo tipo de construcciones y edificaciones.
Igualmente, la regresión de una playa o su pérdida completa suponen un importante menoscabo para la actividad turística, al tener en estas formaciones naturales su mejor activo y escenario para su desarrollo, toda vez que la principal modalidad turística de nuestro país sigue siendo el modelo sol-playa.
Pero las playas no solamente tienen un uso lúdico, sino que son los primeros elementos de protección de la costa, al actuar como efectivos amortiguadores de la acción de los oleajes. Su desaparición puede conllevar situaciones impredecibles en los frentes costeros urbanizados al eliminar tanto el motivo que justificó sus desarrollos como el elemento que garantiza su protección frente al mar.
Por otra parte, las playas son ecosistemas con una gran biodiversidad, tanto terrestre como marina, por lo que su desaparición conllevaría un irremediable empobrecimiento ambiental de nuestra costa.

© Google Maps

© Google Maps

Bien, hasta aquí se han esbozado someramente las alteraciones físicas que puede sufrir la configuración de nuestro litoral. Pero hay más. Mucho más.
El avance del mar hacia tierra lleva implícito una migración forzada de la ribera del mar y por tanto del DPM-T y sus servidumbres, hecho que abre un preocupante escenario de replanteamiento y definición de las delimitaciones que establece la Ley de Costas por sus repercusiones sobre la propiedad privada, como pueden adivinar de muy difícil aceptación social.
Así lo recoge la propia normativa sobre Costas al declarar la “situación de regresión grave” en aquellos tramos en los que se verifique un retroceso importante de la línea de orilla.
La Estrategia de Adaptación al Cambio Climático de la Costa Española elaborado por el MITECO redunda en este aspecto, estableciendo para casos graves de regresión, no solo la revisión y declaración de un nuevo DPM-T, lo que implica un cambio de titularidad de los bienes afectados, sino el abandono planificado de las zonas susceptibles de ser alcanzadas por el mar, mediante acuerdos con los interesados de reubicación e incluso de demolición.
Imagínense la dimensión jurídica, social y económica de esta actuación: el traslado hacia el interior de la primera línea de edificación de todos los núcleos urbanos costeros, sabiendo que el 37% de la costa sedimentaria de nuestro país está urbanizada y, en muchos casos, con una altísima densidad de población.

¿Qué medidas se pueden adoptar ante esta realidad y futuro incierto?
Según la Estrategia de Adaptación al Cambio Climático de la Costa Española, cuatro serían las medidas básicas:
– Proteger las zonas de riesgo con medidas blandas, tales como las recargas artificiales de sedimentos para reponer la pérdida de material, restituir el ancho de playa y elevar la cota de la berma. Sería una medida paliativa a realizar periódicamente, es decir, una especie de subsidio sedimentario permanente a las zonas afectadas.
– Proteger las zonas de riesgo con soluciones rígidas, tales como la construcción de escolleras, muros de contención, diques, rompeolas, etc. Lo que conllevaría una lamentable artificialización del medio y un empobrecimiento ambiental de las costas.
– Promover la reubicación y retroceso de viviendas e infraestructuras a zonas libres de inundación, con un abandono planificado de las áreas afectadas y vulnerables, estableciendo las políticas necesarias de expropiación e indemnización correspondientes.
– Revisión y adaptación de los planes urbanísticos y de ordenación del territorio en zonas de riesgo, evitando la instalación de nuevas infraestructuras y el aumento de la superficie urbanizada.
Para apoyar estas medidas ya se está legislando:
Se prevé en breve una remodelación de la Ley de Costas de 2013 y en mayo de 2020 se aprobó la Ley de Cambio Climático y Transición Energética para hacer frente al grave proceso de erosión generalizado, al que ya está sometido nuestro litoral por los efectos del imparable aumento del nivel medio del mar.

Dr. Alfonso Rafael Viciana Martínez-Lage
Doctor en Geografía, Premio extraordinario de la Universidad de Granada en 2001

Notas:
FORMULA DE BRUUN: Combina diversas variables: como la altura de la berma, el ascenso previsto del NMM, la extensión del perfil activo de la playa y la profundidad de corte de la playa. Esta fórmula ha sido recientemente mejorada por Dean, introduciendo distintos tipos de granulometrías y la altura de ola significante. He aplicado la fórmula básica de Bruun porque la variación de la altura de ola significante en el Mediterráneo es prácticamente nula y porque solo he calculado sus efectos sobre playas de arenas finas.
ALTURA DE OLA SIGNIFICANTE: Media aritmética del tercio con mayor altura de olas registradas.
RCP (Sendas Representativas de Concentración): Nivel de concentración en la atmósfera de gases de efecto invernadero. En función de esta concentración se establecen cuatro escenarios de cara al futuro, teniendo en cuenta la respuesta o no de los gobiernos a través de acuerdos internacionales. Las proyecciones se realizan a 2050 y 2100.
– RCP 2.6: Disminuye la concentración.
– RCP 4.5: Se mantiene estable.
– RCP 6.0: Crece.
– RCP 8.5: No se hace nada y se dispara.

Foto: San Miguel de Cabo de Gata © MA

Foto: El Playazo de Rodalquilar © OM

Notas:
RCP (Sendas Representativas de Concentración): Nivel de concentración en la atmósfera de gases de efecto invernadero. En función de esta concentración se establecen 4 escenarios de cara al futuro, teniendo en cuenta la respuesta o no de los gobiernos a través de acuerdos internacionales. Las proyecciones se realizan a 2050 y 2100.
– RCP 2.6: Disminuye la concentración.
– RCP 4.5: Se mantiene estable.
– RCP 6.0: Crece.
– RCP 8.5: No se hace nada y se dispara.
FORZAMIENTO RADIOACTIVO: Diferencia entre la cantidad de calor que entra en la Atmósfera y la que sale de ella. Si es (+) calienta el planeta y si es (-) lo enfría.
FENÓMENOS DEL NIÑO Y DE LA NIÑA: Se dan en el Pacífico oriental ecuatorial. El niño calienta el agua del mar y la niña lo enfría. Son fenómenos periódicos que tienen repercusiones en la temperatura ambiente a nivel mundial.
ÍNDICE DE MIECZKOWSKI: Valora el confort climático y térmico. 20-27ºC es el idóneo y el más apreciado por los turistas.
El 68% de los turistas que llegan a Canarias cambiarán de destino si siguen aumentado las olas de calor en el archipiélago. Instituto de Estudios Turísticos.

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