Amigos del Parque se opone a un parque eólico frente a la costa del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar
Se encuentra en fase de consultas previas el trámite para la evaluación ambiental de un proyecto de parque eólico marino frente a la costa del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar. Esta actuación supondrá un gran impacto paisajístico y una posible afección a la fauna marina, al ubicarse en una zona designada como Hábitat Crítico para los Cetáceos (CCH).
Con la denominación Parque Eólico Marino Mar de Ágata, la mercantil “Parque Eólico Marino Mar de Ágata, S.L.”, sociedad formada por “BlueFloat Energy” y “Sener Renewable Investments” proyecta frente a la costa del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar un parque eólico con una capacidad de 300 MW, para lo que pretenden instalar 20 aerogeneradores flotantes en el mar, que ocuparán en su conjunto una superficie aproximada de 70 km2. El emplazamiento aproximado se situará frente al tramo litoral que va desde La Isleta del Moro hasta Agua Amarga. Según se indica en el documento inicial del proyecto, estará a una distancia mínima a la costa de 6,5 km (Punta de los Muertos), a 10 km de Agua Amarga y a casi 12 de Las Negras. Debido a que los aerogeneradores (molinos eólicos) son de grandes dimensiones (261 m de altura hasta el extremo de las palas), serán especialmente visibles desde las dos localidades citadas, aunque se podrán ver perfectamente desde gran parte de la costa del Parque Natural y con mayor facilidad cuanto más elevados sobre el nivel del mar nos situemos.
Foto: Las Negras © José Gálvez
1. IMPACTO PAISAJÍSTICO
La instalación del parque eólico supone un importante impacto paisajístico por la distorsión artificial que causa en el litoral. Teniendo en cuenta que una de las principales cualidades del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar es su singular paisaje, la instalación del parque eólico resulta inadmisible, ya que será visible durante el día desde muchos kilómetros de la costa y durante la noche luces intermitentes irrumpirán en el cielo nocturno sobre el horizonte.
La cuestión paisajística no es en absoluto banal, y prueba de ello es que el Decreto que aprueba el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, indica que dicho Parque fue declarado como espacio natural protegido por el Decreto 314/1997, de 23 de diciembre, que estableció un régimen jurídico especial para este espacio con la finalidad de atender a la conservación de sus ecosistemas naturales y valores paisajísticos. El singular paisaje natural del espacio protegido Cabo de Gata-Níjar supone un aspecto de gran transcendencia tanto para la calidad de vida de las personas que residen en el entorno, como para la función de “atracción” que tiene en el desarrollo de las actividades económicas vinculadas al espacio natural protegido. Los principios que propugnan la conservación del paisaje como recurso favorable para el desarrollo local están amparados por el Convenio del Paisaje del Consejo de Europa y el artículo 34 de la Ley 42/2007 del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad.
El citado Decreto que aprueba el PORN del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, con objeto de evitar el impacto paisajístico de los parques eólicos, establece su expresa prohibición en el artículo 5.3.9. Aunque ciertamente el parque eólico proyectado se ubica fuera de los límites del Parque Natural, a una distancia mínima de su límite marítimo de 4,91 km, es más que obvio que el impacto paisajístico existe, al situarse dentro de las cuencas visuales de gran parte de la costa del Parque Natural.
Foto : Montaje altura edificios y aerogeneradores © Sobre imagen de marliesplatvoet / Pixabay
2. EFECTOS SOBRE LAS AVES Y EL MEDIO MARINO
Para conocer los efectos que los parques eólicos marinos pueden causar sobre las aves y la fauna marina del Mar Mediterráneo, se ha consultado un informe del Proyecto PHAROS4MPAS (https://pharos4mpas.interreg-med.eu), cofinanciado con fondos Interreg Mediterranean por la Unión Europea. En dicho informe se destacan los impactos que se indican a continuación.
a) Impactos abióticos sobre el medio ambiente
Las turbinas eólicas marinas funcionan como una barrera contra el viento y las corrientes marinas, produciendo un efecto llamado “estela de viento”. Dependiendo de la estabilidad atmosférica, estas estelas de viento pueden abarcar una distancia de entre 10 y 20 veces el diámetro del rotor. Además, los anclajes pueden inducir turbulencias en el agua, lo que lleva a un aumento significativo de sedimentos en suspensión, lo que puede tener como resultado plumas de 30-150 m de anchura, que pueden extenderse varios kilómetros. Cada año, los ánodos de sacrificio suponen un aporte de aproximadamente 0,5 a 1 tonelada de metales (principalmente Al y Zn) por turbina, así como otros metales pesados (principalmente ln).
b) Impactos en hábitats y comunidades bentónicas
Los hábitats y las comunidades bentónicas pueden ser dañados por los anclajes de los aerogeneradores y las infraestructuras asociadas, tendido de cables y zanjas en el fondo marino. Podrían producirse impactos adicionales debido a los anclajes y otras alteraciones físicas del lecho marino, entre las que se incluyen sedimentos en suspensión y la removilización de nutrientes y contaminantes, degradación secundaria de hábitats adyacentes, y la sedimentación indirecta en áreas cercanas a las zonas de construcción. A largo plazo, la emisión de calor y los campos electromagnéticos pueden alterar los hábitats o comunidades a escala local.
c) Impacto sobre los peces
Durante la fase de construcción, el ruido provocado para la fijación de los anclajes puede causar pérdida de audición, lesiones graves o la muerte de peces en las cercanías del lugar de construcción, así como cambios en el comportamiento. Peces óseos (dorada, caballa, etc.) y elasmobranquios (rayas) pueden verse afectados durante la fase operativa por el ruido de las turbinas o por campos electromagnéticos generados por los cables que transportan la energía desde las turbinas hasta la orilla. Los campos electromagnéticos también pueden causar desorientación en especies electrosensibles (por ejemplo, atunes) que dependen del campo magnético de la Tierra para su migración.
En los peces, los efectos potenciales van desde alteraciones en los patrones de alimentación a corto plazo, hasta reducción del éxito reproductivo o migración retrasada a largo plazo.
Mapa de ubicación del Parque eólico Mar de Ágata
d) Impacto sobre las aves
Los efectos más significativos de los parques eólicos marinos en las aves se producen por el desplazamiento de aves acuáticas y el riesgo de colisión para todas las aves que vuelan sobre el mar. La iluminación nocturna de las turbinas puede atraer aves en condiciones climáticas adversas e incrementar el riesgo de colisión, especialmente para migratorias nocturnas.
Aún no existen mediciones directas de la mortalidad de aves en los parques eólicos marinos, por lo que los riesgos de colisión estimados a menudo se evalúan con modelos de riesgo. La tasa de mortalidad de aves varía ampliamente según la región; van desde 8 a 14 por año y turbina en Alemania, hasta unas 100-1000 en el mar Báltico.
e) Impacto sobre mamíferos marinos
Los impactos más significativos sobre los mamíferos marinos son consecuencia del ruido subacuático emitido durante el proceso de construcción, especialmente en la fijación de anclajes. El ruido antropogénico puede provocar reacciones conductuales y alteraciones de la comunicación, pudiendo llegar a causar daño auditivo. Durante la fase de construcción, el ruido del montaje puede desplazar a los delfines hasta 50 km, mientras que el ruido de las turbinas en la fase operativa es audible para algunas especies de cetáceos hasta 18 km.
f) Impacto sobre otros animales
Se sabe poco sobre los efectos de los parques eólicos marinos en otros grupos taxonómicos. Algunos estudios indican que el ruido subacuático puede afectar a los cefalópodos. Los cambios en la hidrografía en torno a los parques eólicos marinos también puede afectar al plancton, que depende del movimiento del agua, cuya alteración puede afectar a los peces que se alimentan de los organismos planctónicos. Asimismo, se produce un riesgo potencial de colisión para tortugas marinas, tanto en la fase de construcción como en la fase operativa, así como perturbación por el ruido operacional en la fase de construcción. La zona marina donde pretende instalarse el parque eólico está protegida, al existir un Hábitat Crítico para los Cetáceos (CCH). Estos hábitats se designaron mediante el “Acuerdo de Mónaco sobre la conservación de los Cetáceos del Mar Negro, el Mar Mediterráneo y la Zona Atlántica Contigua” (ACCOBAMS), (https://accobams.org/conservations-action/protected-areas/) aprobado en Mónaco el 24 de noviembre de 1996 y ratificado por España el 2 de febrero de 1999. El objetivo de este acuerdo es adoptar medidas coordinadas para conseguir y mantener un estado de conservación favorable para los cetáceos. Teniendo en cuenta el impacto negativo que un parque eólico marino tendría para los cetáceos, resulta inapropiado instalar uno precisamente en una zona protegida considerada como un hábitat crítico. En las aguas del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar destaca la presencia de delfín mular (Tursiops truncatus), delfín común (Delphinus delphis), calderón negro (Globicephala melas) y calderón gris (Grampus griseus).
Foto: Parque eólico de noche © Jeswin Thomas. CC0 / Pxhere
3. OTRO PROYECTO SIMILAR EN TRÁMITE
Hasta la fecha no se ha construido ningún parque eólico marino en el litoral Mediterráneo Español, aunque se han producido algunos intentos que han resultado fallidos, debido al rechazo de la población.
Actualmente los mismos promotores del parque eólico Mar de Ágata (BlueFloat Energy y Sener Renewable Investments) mediante la mercantil Parc Tramuntana, S.L. tienen proyectado otro parque eólico marino frente a las costas de Gerona, que pretende implantar 65 aerogeneradores en dos fases, con una inicial de 35. La tramitación de su evaluación ambiental se encuentra en una fase más avanzada que el de Almería y se ha encontrado con una férrea oposición, tanto de numerosos colectivos como de administraciones públicas (seis ayuntamientos, empresarios turísticos, ecologistas, pescadores y entidades vecinales).
Se ha constituido una plataforma para tratar de impedir su construcción, que integra a un gran número de colectivos y particulares (https://stopmacroparceolicmari.org).
La Diputación de Gerona ha emitido un informe en el que concluye que “Se considera que ni la ubicación ni la dimensión del proyecto descrito en el documento inicial son adecuadas a la sensibilidad ambiental de la zona, pondrían en alto riesgo el objetivo de alcanzar el buen estado ambiental marino y terrestre, y son incompatibles con el modelo socioeconómico del territorio afectado. Los impactos que generaría el proyecto no justifican los beneficios respecto a la descarbonización de la producción de energía. Por lo tanto, de entre las alternativas que constan en el documento inicial, se debería escoger la alternativa 0, de no realización del proyecto.”
En relación con el Parq Tramuntana, un comité de 9 profesores e investigadores de la Universidad de Gerona, Universidad de Barcelona y el CSIC han emitido un manifiesto del que cabe destacar los siguientes argumentos, que son perfectamente extrapolables al proyecto que pretende ejecutarse en Almería:
• Aunque los beneficios de los parques eólicos marinos en cuanto a la reducción de emisiones de gases causantes del efecto invernadero (relacionados con el cambio climático) son cuantificables y potencialmente beneficiosos para luchar contra la emergencia climática, los riesgos de implementar estos parques eólicos en un mar como el Mediterráneo, ecológicamente frágil, diverso y sujeto a múltiples presiones humanas, no han sido todavía bien evaluados y no debemos, teniendo en cuenta el principio de precaución, ignorarlos.
• Que los parques eólicos se propongan en el marco de un “mix” energético de energías renovables bien planificado en cada territorio, a nivel local, nacional y europeo, donde los criterios ambientales, económicos y sociales (incluyendo los paisajísticos y culturales) se tengan en cuenta, y donde se contemple de manera prioritaria las medidas para reducir el consumo energético.
• Que no se permita instalar los parques eólicos en zonas adyacentes a las áreas protegidas (ZEPIM, LIC, ZEPA, corredores de cetáceos, etc.), tal y como ya se hace en países como Alemania, por el riesgo de afectación de los parques eólicos en estas áreas, sobre todo cuando se trata de animales migrato-rios como las aves o los cetáceos. Hay que crear amplias franjas de exclusión alrededor de estas áreas protegidas.
• Que se realice un diagnóstico previo e independiente de lo que propongan las empresas en sus proyectos de energía eólica marina, sobre el impacto ambiental, económico y social (incluyendo el impacto paisajístico y cultural) de este tipo de instalaciones con amplia participación del colectivo científico.
• Que las administraciones públicas no admitan a trámite ningún proyecto de parque eólico marino (incluido el parque eólico “Tramuntana”) hasta que la planificación energética con criterios ambientales, económicos y sociales (incluyendo los paisajísticos y culturales, punto 3 del manifiesto) no esté estudiada y aprobada, y hasta que todos los documentos ministeriales en relación directa o indirecta con la eólica marina no estén aprobados definitivamente: la Estrategia Española para el Desarrollo de la eólica Marina, la Hoja de Ruta del Desarrollo de la eólica Marina, el Plan Estratégico Nacional para la Protección de la Costa frente a los efectos del cambio climático, la Ley de Cambio Climático y Transición Ecológica y los nuevos Planes de Ordenación del Espacio Marítimo (POEM).
Foto: Parque eólico © aitoff / Pixabay
4. CONCLUSIONES
• Por sus efectos sobre el paisaje, consideramos inadmisible la ubicación del parque eólico marino Mar de Ágata, ya que atenta contra los singulares valores paisajísticos que caracterizan al Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, debido a su proximidad al mismo. Esto puede provocar un impacto negativo en la economía local, que depende en gran medida del recurso de ocio derivado del paisaje natural.
• El parque eólico se situaría en un Hábitat Crítico para los Cetáceos (HCC), protección del medio marino que consideramos incompatible con una instalación de este tipo, por los indicados riesgos de colisión y perturbación que puede tener con estos mamíferos marinos.
• El parque eólico se sitúa muy próximo a una Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), de una Zona Especial de Conservación (ZEC) de la Red Natura 2000, de la Reserva de la Biosfera Cabo de Gata-Níjar, de una Zona Especialmente Protegida de Importancia para el Mediterráneo (ZEPIM) y de una Reserva Marina. Es evidente que la fauna no entiende de límites administrativos de los espacios naturales protegidos y esos límites legales, que se trazan sobre un papel, no les van a proteger de un parque eólico situado a menos de 5 km del límite de un Parque Natural con todas las figuras de protección mencionadas.
• Estamos de acuerdo con la necesidad de producir energía a partir de fuentes limpias que no produzcan contaminación ambiental, entre cuyas posibilidades está la energía eólica, pero no se puede dar “carta blanca” a todo proyecto de parque eólico por llevar la etiqueta de “energía limpia” o “renovable”. Energías renovables SI, pero NO ASÍ, es el eslogan que desde hace tiempo se está repitiendo frente a los proyectos que, por su ubicación, dimensiones u otros aspectos, tienen un impacto negativo sobre el me-dio ambiente, la sociedad o la economía local.
Campaña de recogida de firmas
La Asociación Amigos del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar ha puesto en marcha una campaña de recogida de firmas a través de la plataforma change.org para pedir al órgano encargado de emitir la declaración de impacto ambiental del parque eólico marino Mar de Ágata, que emita una declaración desfavorable, por sus nefastas consecuencias para el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar.
Por favor, firma la petición a través de www.cabodegata.net y de este modo contribuirás a defender nuestro frágil y valioso Parque Natural.
Asociación Amigos del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar
BIBLIOGRAFÍA
BERDALET, E. y otros (2021). Manifiesto científico para la protección de los ecosistemas marinos ante los proyectos eólicos en el mar. Universidad de Girona, Universidad de Barcelona y CSIC.
PIANTE, C. (coord.) (2019). Enviromental impacts of offshore wind farms on marine ecosystems, in Safe-guarding marine protected areas in the growing mediterranean blue economy. PHAROS4MPAs.
AYUNTAMIENTO DE BEGUR (2021). Acta de sesión del pleno del Ayuntamiento de Begur de 25 de mayo de 2021.
JUNTA DE ANDALUCIA (2008). Decreto 37/2008, de 5 de febrero por el que se aprueban el PORN y el PRUG del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar y se precisan los límites del citado Parque Natural. BOJA nº 59 de 26 de marzo de 2008.