No mires abajo
Si usted ha podido ver la exitosa película Don’t Look Up (No mires arriba) estrenada recientemente en Netflix, seguro que no le habrá dejado indiferente. En este film, cuando dos científicos astrónomos descubren un gran cometa que puede chocar con la Tierra y acabar con la humanidad, la reacción de las élites políticas, de muchos medios de comunicación e incluso de algunos responsables de instituciones científicas es responder con sarcasmo e incredulidad (nadie quiere mirar hacia el peligro). Al final de la película, incluso los “negacionistas” admiten el grito desesperado de los astrónomos, pero ya es demasiado tarde para encontrar una solución.
Este artículo ha sido facilitado para nuestra revista por sus autores. Frente al Cabo de Creus, en el Golfo de Roses se proyecta instalar, por los mismos promotores de Mar de Ágata, otro macro parque eólico marino. Los impactos al medio natural y a la biodiversidad que tienen ambos proyectos guardan una gran semejanza. La costa mediterránea de la Península Ibérica está ya muy castigada; es necesario preservarla, entre todos, de más agresiones.
Amigos del Parque
Foto: Cadaqués. Simulación del Macro Parc Eólic Marí, Costa Brava Nord © Asociación Stop Macro parc eòlic marí de la CBN
Pese a su simplicidad y tono cómico, la película contiene mensajes interesantes para entender cómo se están gestionando los retos medioambientales y de salud contemporáneos, tanto a nivel planetario como a nivel regional y local. La película nos propone el reto de cómo difundir un mensaje científico a la sociedad en una época dominada por las fake news, las estrategias y desavenencias políticas, la parcialidad de algunos medios de comunicación y los intereses económicos de las grandes corporaciones que presionan a los poderes públicos. Esta comedia satírica nos puede ayudar a entender cómo se están afrontando desde problemas globales como el cambio climático y la contaminación, hasta problemas a pequeña escala como la conservación de los deltas, las lagunas costeras, los bosques, los lagos de montaña y otras zonas con elevada biodiversidad, tanto terrestres como marinas.
Foto: Platja de Pals. Simulación del Macro Parc Eólic Marí, Costa Brava Nord © Asociación Stop Macro parc eòlic marí de la CBN
En este sentido, cuando un grupo de especialistas en diversas temáticas marinas redactamos hace unos meses un manifiesto científico advirtiendo de los peligros sustanciales para la biodiversidad marina y el paisaje natural de la posible instalación de un megaparque eólico marino en las aguas de Cap de Creus/Golf de Roses (Costa Brava, Girona), pensábamos que nuestra voz podría ser escuchada por todos los políticos y gestores. Aunque nos hemos esforzado en explicar en diferentes jornadas, tertulias, conferencias y artículos en los medios de comunicación la multiplicidad de riesgos ambientales de este megaparque (65 turbinas de aproximadamente 250 metros de altura en una zona cercana a ocho espacios marinos protegidos de diferente índole), nos encontramos a menudo con el silencio como respuesta. Desgraciadamente, muchos intentan mirar hacia otro lado mientras el patrimonio natural y paisajístico es menospreciado. Hemos insistido en la necesidad de preservar unos hábitats y especies marinas que no sólo son esenciales para nuestra salud y bienestar sino también, precisamente, para mitigar el cambio climático y para la adaptación de los ecosistemas marinos a este cambio. Nuestra petición de tener en cuenta el Principio de Precaución (establecido en la normativa europea), el buen estado ambiental del medio marino y el enfoque ecosistémico a la hora de valorar los megaproyectos de eólica marina en lugares como Cap de Creus/Golf de Roses, que tiene unas características oceanográficas muy particulares, una elevada biodiversidad marina y un gran valor paisajístico, no está siendo suficientemente escuchada. Esto, desgraciadamente, se ha puesto de manifiesto recientemente en la Comisión Climática del Parlamento de Cataluña, que ha adoptado una posición que parece favorable al megaparque eólico de Cap de Creus. Es posible que esta situación se pueda repetir en otras zonas de la costa española de especial relevancia para la biodiversidad, los recursos marinos y el paisaje donde se están proyectando este tipo de parques eólicos, como en el Cabo de Gata.
Foto: Platja de La Platera. Simulación del Macro Parc Eólic Marí, Costa Brava Nord © Asociación Stop Macro parc eòlic marí de la CBN
Es muy preocupante observar cómo los riesgos ambientales no se tienen en cuenta cuando se opina sobre la conveniencia de estos parques eólicos. Se hace difícil entender que se hable con superficialidad y parcialidad del posible impacto sobre unos ecosistemas marinos que son esenciales para la productividad biológica y la generación de recursos naturales en la costa española. La pandemia de la Covid-19 nos ha demostrado que escuchar a los expertos de todos los ámbitos del conocimiento científico ayuda a proponer las mejores soluciones y respuestas para afrontar los grandes retos.
Foto: Passeig d’Empúries. Simulación del Macro Parc Eólic Marí, Costa Brava Nord © Asociación Stop Macro parc eòlic marí de la CBN
No hay que empezar la casa por el tejado. No se tiene que luchar contra el cambio climático en detrimento de la biodiversidad. No se debe seguir planificando la energía eólica marina sin haber cumplido con el mandato europeo e internacional de proteger el 30% de nuestros mares. Aunque se hiciera un traje a medida para los parques eólicos marinos como el proyectado en Cap de Creus, la afectación a los espacios marinos protegidos en algunas zonas del litoral español puede ser importante e irreversible.
Porque si no miramos también el fondo y seguimos ignorando los mensajes de los expertos, no se podrán ver ni valorar los peligros que, como en la película de Netflix, pueden hacernos zozobrar.
Josep Lloret, Elisa Berdalet, Josep Vila, Ana Sabatés, Rafael Sardá, Alberto Olivares, Jordi Solé, Josep Maria Gili y Antonio Turiel
Investigadores de la Universidad de Girona, el CSIC y la Universidad de Barcelona.