Vida natural
¿Un Parque Natural sin humo?
La Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) está desarrollando una campaña con el fin de proponer la declaración como espacio libre de humo y de los residuos del tabaco al Parque Natural Cabo de Gata-Níjar junto con otros 43 lugares emblemáticos de toda España, algunos, como La Plaza de España y el Parque de María Luisa de Sevilla, ya han dado los primeros pasos para tal fin. Esto significaría reducir la contaminación de aire, suelo, agua y sus efectos en los seres vivos, ayudando a la conservación de sus valores naturales y medioambientales y mantener un espacio saludable que respete la salud de propios y visitantes.
En línea de la colaboración que se nos solicitó para ese fin, Amigos del Parque, instamos a los tres ayuntamientos del Parque a declarar playas sin humo a todas las del Parque Natural, incorporando materiales de señalización e informando acerca de los beneficios de evitar el humo del tabaco y otras medidas encaminadas a conseguir que no se fume en las playas. Así mismo, solicitamos en su día a la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, a su delegación territorial en Almería y a la Oficina de Dirección y Conservación del Parque Natural, a acometer las acciones encaminadas a que no se fume dentro de los términos del Parque Natural, a lo que contestaron que el tema es competencia de la Consejería de Salud y Familias en colaboración con la Administración Local. Y llevan razón, pero, si quisieran, podrían colocar en las entradas del Parque y en los puntos de información de su competencia indicaciones para el cuidado del entorno y respeto del medio ambiente, incluyendo el consejo de no fumar dentro de sus límites.
Es un contrasentido que en un espacio natural se vea como normal el acto de fumar. Fumar, no es vida natural. Además de todas las enfermedades de las que sabemos es responsable el tabaco, el acto de fumar puede ser transmisor de enfermedades infecciosas de vías respiratorias, pues el humo exhalado extiende los aerosoles. Además, las colillas, son uno de los mayores contaminantes del mar y de la arena, por los restos de tabaco y por los filtros que, entre otras sustancias, dejan residuos de plástico.
Elaboración propia © JMJH
Terrazas sin humo
El tabaquismo pasivo puede ser más patente en las terrazas de los establecimientos, donde no es fácil guardar las distancias entre mesas y comensales y, además, supone un riesgo importante para los trabajadores de la hostelería que respiran el ambiente contaminado durante toda su jornada laboral. Con motivo de la COVID-19, Sanidad prohibió fumar en terrazas y espacios al aire libre cuando no se pudiera respetar una distancia de seguridad al menos de dos metros; tras la pandemia muchos establecimientos siguen colgando tímidamente carteles de “se prohíbe fumar en la terraza”, pero pocos o ninguno se preocupan de que se cumpla, como tampoco lo hicieron antes.
El tema ha creado malestar en las asociaciones científicas y organizaciones contra el tabaquismo por el retraso en reformar la actual ley sobre el tabaco de 2010 que anunció el Gobierno para 2021. Entre otras medidas, se propone crear nuevas zonas sin humo, como terrazas, playas y recintos deportivos abiertos. Cataluña está intentando adelantarse a la norma y la Generalitat asegura que en 2023 no se podrá fumar en las terrazas.
Elaboración propia © JMJH
Playas sin humo
Las playas constituyen el espacio de ocio más grande y el principal atractivo de nuestro Parque. Son un espacio público de uso intensivo por una parte importante de la población, un lugar al aire libre donde las personas pueden disfrutar del contacto con el mar y con la arena, del deporte, del descanso, del juego… y deben ser un espacio de convivencia amable, respetuoso y saludable. Quizás por esto, la Red Andaluza de Servicios Sanitarios y Espacios Libres de Humo de la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía inició la campaña “Playas y piscinas sin humo” a la que puede adherirse cualquier ayuntamiento, impulsando la puesta en marcha de actuaciones en sus playas y piscinas para mantenerlas libres de humo, incorporando materiales de señalización e informando sobre los beneficios de evitar el humo del tabaco.
En la provincia de Almería, hay once municipios adheridos a esta campaña, con siete playas y cinco piscinas sin humo. Ninguna en el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar. El Ayuntamiento de Níjar, en el pleno ordinario de 23 de junio de 2022 aprobó con los votos a favor de Unidas Podemos, PSOE y de VOX y la abstención del PP, la moción de Unidas Podemos de adherirse a esta campaña. El verano pasó, y no se vieron ni materiales de señalización ni ninguna información acerca de los beneficios de evitar el humo del tabaco ni, por supuesto, ninguna playa declarada como espacio sin humo. Lo habrán dejado para el año que viene… Ponerlo en marcha, además de los beneficios para la salud y el medio ambiente, podría ser un indicador más de la calidad de las playas.
El cumplimiento de estas medidas es de carácter voluntario, ya que con la actual Ley estatal 42/2010, de 30 de diciembre no se puede prohibir fumar en los espacios al aire libre, pero desde abril del presente año existe un mecanismo para prohibirlo en las playas; se trata de la Ley 7/2022, de residuos y suelos contaminados, que en su artículo 18.1.l, autoriza a los ayuntamientos a regular fumar en las playas. Así lo ha hecho, al menos, el ayuntamiento de Barcelona.
Otros espacios
La declaración del Parque como espacio sin humo, no se limitaría solamente a playas y terrazas, la AECC propone, además, ampliar el foco a las zonas próximas a los puntos de información como las áreas exteriores del Centro de Interpretación de la Naturaleza Las Amoladeras; Mirador del Arrecife de Las Sirenas, Mirador de La Amatista, el Jardín del Albardinal, Mirador de la Punta de los Muertos, áreas con una gran afluencia de gente en espacios tan emblemáticos y sensibles.
Extenderlo a la totalidad del Parque, como ocurre en otros espacios naturales del mundo, significaría también disminuir el riesgo de incendio.
La declaración de espacio sin humo debería incluir también el desarrollo, por quien corresponda, de campañas de información, concienciación y educación sanitaria para promover el abandono del hábito tabáquico y programas para ayudar a dejar de fumar a quien lo desee. No se trata de demonizar a los fumadores, ni de vetarle la entrada al Parque ni de imponerle prohibiciones; se trata de intentar convencerlos de que no fumen en el Parque por el bien del medio ambiente y la salud de propios y visitantes y, si es posible, que no fumen en ningún sitio por su propio bien y el de quienes los rodean.
Juan Manuel Jerez