Vida natural
El Litoral del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar y el cambio climático II
AUMENTO DE LAS TEMPERATURAS MEDIAS ANUALES Y REDUCCIÓN DE LAS PRECIPITACIONES MEDIAS ANUALES
El análisis de los datos climáticos demuestra claramente un aumento de la temperatura media anual desde la época preindustrial hasta la actualidad de 1,2º C para el conjunto del planeta, de 2,2ºC para el continente europeo y de 1,7ºC para España. El consenso es unánime. Las temperaturas medias aumentan por la concentración en la atmósfera de gases de efecto invernadero.
Este ascenso en nuestro país está siendo mayor en el interior de la península y en la costa mediterránea, donde incluso alcanza un ritmo superior de crecimiento. Los incrementos más notorios se están observando durante el verano, con aumentos de hasta 5ºC sobre los valores medios.
Los científicos hablan ya de un desplazamiento del verano con prolongación en las primeras semanas del otoño y también de una anticipación en las semanas finales de la primavera. Esto es lo que percibe el ciudadano de a pie: un verano que se adelanta, se prolonga y es cada vez más intenso y tórrido.
El aumento de días cálidos en cualquier estación del año también muestra un incremento progresivo, al igual que la duración máxima de las olas de calor. Muy significativo es el aumento de las noches cálidas en relación al estrés por calor persistente.
Esto es lo que hemos observado hasta el momento. Un buen ejemplo de ello son los records térmicos que vemos año tras año en la última década, estación tras estación, mes a mes, e incluso casi día a día, haciendo saltar por los aires las medias térmicas del periodo normalizado 1960-1990.
Fíjense en estos datos del último informe de AEMET, publicado en 2020:
• Los años 2017 y 2020 son los años más cálidos de nuestro país desde que hay registros.
• 7 de los 10 años más cálidos de nuestra historia climática se han registrado durante la última década. Lo mismo ha ocurrido en el resto de Europa.
• 2 de cada 3 días de estos años, ofrecieron temperaturas medias más altas de lo normal.
• Notable incremento del número y duración de las olas de calor en la última década, siendo las más tórridas y prolongadas las vividas en los veranos de 2017, 2019 y 2020.
• Los días de bajas temperaturas durante el invierno se han reducido considerablemente en los últimos 30 años en todo el país.
Se trata, sin duda, de anomalías que no se producirían en un clima más o menos estable y sin calentamiento global.
¿Y de cara al futuro, qué va a ocurrir?
La tendencia al aumento durante el s. XXI se da en todos los observatorios de la red AEMET de nuestro país y en todos los escenarios posibles. Los modelos proyectan un incremento de 2ºC para fin de siglo con un escenario de emisiones intermedias y de 5ºC para un escenario de emisiones altas. Las consecuencias resultan impredecibles. Estarán en función de ese aumento.
Volvamos a nuestro terruño, al Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar. Está claro que el aumento de la temperatura media está alterando ya y va a alterar en el futuro todos los ecosistemas marinos y terrestres que se han generado de acuerdo a unas determinadas variables y condiciones climáticas. Esto desde el punto de vista ambiental.
Desde el punto de vista económico y social las consecuencias del aumento de temperatura va a condicionar el desarrollo de un sector productivo clave para el Parque como es el turismo.
Pero… ¿Cuánto ha aumentado la temperatura en nuestra provincia y por extensión en el Parque?
Si tomamos como referencia el periodo normalizado 1960-1990, el aumento en la estación meteorológica de Almería-Aeropuerto es de 1,4ºC en los últimos 60 años y de 1,8ºC si adoptamos como referencia los años 30 del siglo pasado. Como vemos un aumento en consonancia con el observado por la AEMET para el conjunto del país.
Este incremento es especialmente perceptible durante el verano, cuando es mayor la actividad turística dentro del Parque.
El ascenso de la temperatura ambiente está modificando y modificará en el futuro lo que se denomina “confort térmico” cuyo intervalo óptimo es, según Boniface y Cooper, de 16º y 26ºC de temperatura media.
A ello se une la mayor humedad ambiental debido al calentamiento del mar Mediterráneo que intensifica la evaporación, por lo que el incremento del binomio humedad+calor aleja considerablemente ese “confort térmico” de sus parámetros normales.
Con medias superiores a los 30ºC y un alto grado de humedad, la sensación térmica se convierte en bochornosa, dando lugar a la fatiga térmica.
Otro fenómeno al alza son las olas de calor, protagonistas de temperaturas extremas que son percibidas por el ciudadano como episodios especialmente incómodos. Estos eventos, cada vez más frecuentes y prolongados en el tiempo, alteran el bienestar climático, uno de los recursos más demandados por los turistas, que buscan en nuestras costas calor en verano, pero moderado.
Las consecuencias de estos episodios extremos son: temperaturas muy altas durante el día, a veces insoportables, y especialmente elevadas durante la noche, dando lugar a las denominadas “noches tropicales”, a las que empezamos a estar acostumbrados, cuando el mercurio no baja de 20º C alejando la comodidad de hábitat y generando desasosiego en las personas, insomnio y ansiedad, además de incrementar los riesgos para la salud en personas vulnerables.
Como la temperatura del mar también está aumentando, el régimen de brisas no refresca los extremos térmicos nocturnos por lo que las “noches tropicales” son cada vez más frecuentes, tórridas y prolongadas.
Ello disparará, como ya ocurre, los consumos eléctricos para refrigeración artificial y la proliferación de plagas de insectos, hongos y bacterias.
Por tanto, el aumento de temperatura y humedad tendrá consecuencias sobre el turismo, sostén indiscutible de la economía del Parque al ser una de sus principales fuentes de ingreso económico, porque hará cada vez más incómodas las estancias.
Hay autores que señalan una pérdida de turistas en los países ribereños del Mediterráneo hasta el 40% para el horizonte 2100. La propia UE, a través de su Informe PESETA de 2014, refrenda esta tendencia al decrecimiento turístico en el sur de Europa por los efectos del cambio climático.
Por su parte, las precipitaciones también han experimentado variaciones, habiendo consenso en constatar una disminución en las medias anuales durante los últimos 50 años. Si bien es verdad que en este aspecto hay un alto nivel de incertidumbre, la tendencia es hacia el descenso en los volúmenes anuales de precipitación, como ya se ha demostrado al analizar el periodo normalizado 1961-1990, con reducciones que varían entre el 4 y el 16%, según las zonas.
Asistimos a cambios en la forma de llover: las lluvias “moderadas” han disminuido y se han incrementando notablemente las lluvias torrenciales, con una concentración en otoño y una disminución en invierno y primavera. Consecuencia de ello, es la reducción de los días de precipitación y la prolongación de los periodos de sequía.
Según la AEMET las proyecciones futuras apuntan un decrecimiento de las precipitaciones medias anuales para Andalucía con una especial disminución en el SE peninsular que podía llegar a alcanzar, en el peor de los escenarios, entre el 25 y 40% a finales del s. XXI.
Dr. Alfonso Rafael Viciana Martinez-Lage
Doctor en Geografía, Premio extraordinario de la Universidad de Granada en 2001
Notas:
RCP (Sendas Representativas de Concentración): Nivel de concentración en la atmósfera de gases de efecto invernadero. En función de esta concentración se establecen 4 escenarios de cara al futuro, teniendo en cuenta la respuesta o no de los gobiernos a través de acuerdos internacionales. Las proyecciones se realizan a 2050 y 2100.
– RCP 2.6: Disminuye la concentración.
– RCP 4.5: Se mantiene estable.
– RCP 6.0: Crece.
– RCP 8.5: No se hace nada y se dispara.
FORZAMIENTO RADIOACTIVO: Diferencia entre la cantidad de calor que entra en la Atmósfera y la que sale de ella. Si es (+) calienta el planeta y si es (-) lo enfría.
FENÓMENOS DEL NIÑO Y DE LA NIÑA: Se dan en el Pacífico oriental ecuatorial. El niño calienta el agua del mar y la niña lo enfría. Son fenómenos periódicos que tienen repercusiones en la temperatura ambiente a nivel mundial.
ÍNDICE DE MIECZKOWSKI: Valora el confort climático y térmico. 20-27ºC es el idóneo y el más apreciado por los turistas.
El 68% de los turistas que llegan a Canarias cambiarán de destino si siguen aumentado las olas de calor en el archipiélago. Instituto de Estudios Turísticos.