Bueno, no tan continuo, porque descansa los fines de semana, como buen trabajador y de camino permite la instalación del mercadillo dominical, que para eso los mercaderes pagan sus impuestos. Desde febrero de 2022, por gran parte del trayecto de la rambla de los Frailes a su paso por San José circula una extraña corriente de agua del color del barro que tiene intrigados a muchos habitantes de este pueblo y enfadados a muchos más.
No proviene de allende los barrancos ni de las montañas, sale por unos grandes orificios en un lateral del muro, desembocaduras de drenajes urbanos de aguas pluviales, pero sin llover, y circula permanentemente rambla abajo deteriorando poco a poco el asfalto que hace mucho tiempo convirtió este cauce natural en avenida central de la localidad. Desemboca en el mar, pero antes cruza y embarra parte del paseo marítimo e inunda la arena en la que ha excavado un gran socavón que convierte parte de la playa principal del pueblo en un lindo lodazal y tiñe de marrón el agua de la playa.
Vista de la Rambla de Los Frailes. Foto: © JMJH
Pasarela metálica sobre la rambla. Foto: © JMJH
Nace en una obra que dice será un hotel, la cual, ignoramos si con un exhaustivo estudio geotécnico previo o sin él, ha sobrepasado, al parecer, el nivel de agua de la playa y se está filtrando continuamente y acumulándose en el fondo de la obra. La única “solución” que se les ha ocurrido -ignoramos si será la única posible- es desaguar por colectores pluviales que van a la rambla. Al ser agua de mar no puede ir a las alcantarillas, ya que no es apta para el riego a que se destinan las aguas residuales una vez depuradas. Además del barro, puede llevar restos de materiales de construcción, altamente contaminantes para el mar.
La rambla ha estado mucho tiempo incruzable para los peatones hasta que pusieron unas pasarelas metálicas a modo de puentes y los coches salpican al pasar el agua y su contenido, con el riesgo de que si ésta oculta algunos de los socavones que se han producido, algún vehículo puede sufrir un accidente. La playa está cada vez más asquerosa a unas pocas semanas de abrirse la temporada oficial de baño con lo que no es extraño que haya familias que estén cancelando sus reservas para veranear.
Indicación del recorrido que hace el agua y su origen.
Algunos vecinos han ido perdiendo la paciencia y han acudido a prensa y televisión a denunciar lo que significa cuando menos, un importante deterioro de la calidad del agua en la playa y un deterioro de la imagen del pueblo, sin que hasta ahora se haya visto solución alguna. Parece ser que hay abiertos algunos expedientes contra el promotor y alguna sanción (3 expedientes de Costas, 3 expedientes de Desarrollo Sostenible y una condena en firme de Costas), pero ninguna administración ha sido capaz de paralizar la obra hasta que se encuentre una solución que no afecte al espacio público. Porque esa es otra, si ese deterioro se sufriera para conseguir algo de interés público y social, por ejemplo una escuela, un centro de salud… se podría justificar, pero deteriorar un gran espacio público por lucro privado no parece razonable, sobre todo si lo que se está construyendo deriva en ampliar las plazas de alojamiento en una zona ya saturada cuya masificación turística en temporada alta está deteriorando sin remedio los valores medioambientales de un espacio natural.
Solar en obras. Foto: © JMJH
Tubería que discurre por la C/ Vela Blanca. Foto: © JMJH
Desagüe de la tubería a la red de pluviales. Foto: © JMJH
Salida del agua a la Rambla de Los Frailes. Foto: © JMJH
Cabe también reflexionar si es adecuado edificar y habitar en un terreno tan saturado de agua a nivel poco profundo en una zona de un gran riesgo sísmico como es ésta.
Desde Amigos del Parque instamos al promotor y los técnicos responsables de la obra, así como a las administraciones competentes a buscar a la mayor brevedad posible una solución al drenaje de esa agua y mientras tanto acometer las actuaciones necesarias para evitar, paliar y corregir el deterioro de las zonas afectadas.