Un plan parcial en Cabo de Gata prevé la construcción de 323 viviendas

El ladrillo sigue su avance imparable en el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar. En esta ocasión, el núcleo de población afectado es Cabo de Gata, en el que ya se está promocionando la venta de las primeras 94 viviendas de un total de 323 que se prevén en el Plan Parcial de Ordenación del sector SUP-CGA-01.

El Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar del año 2008 fue muy negativo para la conservación del Parque Natural, ya que “amparó” los desarrollos urbanísticos desproporcionados propuestos por los Ayuntamientos de Almería y Níjar. En este último municipio podemos poner como ejemplo de disparate urbanístico los sectores SUO-AA-1 y SUO-AA-2 de Agua Amarga, con una superficie urbanizable de 12,7 ha entre los dos sectores (ya lo avanzaba nuestra Asociación hace tres años en el artículo publicado en nuestra web: «El ladrillo que se avecina en el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar»). En el municipio de Almería destaca el ya mencionado sector SUP-CGA-01 de Cabo de Gata con una superficie de 12,43 hectáreas, lo que supone el equivalente a un tercio de la superficie actualmente construida en dicho núcleo de población, siendo el sector urbanizable más grande de todo el Parque Natural. En la memoria del Plan Parcial se indica que es la primera vez que un Plan prevé una ampliación de tal magnitud, ya que hasta ahora el desarrollo urbano se había producido fundamentalmente a través de pequeñas unidades de ejecución.

La zona a urbanizar se sitúa al noroeste de la localidad de Cabo de Gata, junto a las calles Abadejo y Gallopedro. El Plan Parcial fue aprobado en el año 2006 (publicado en el BOP del 21 de julio de 2006) y el proyecto de reparcelación fue aprobado en junio de 2007. Durante años, el sector ha permanecido sin urbanizar y ahora, diecisiete años después, parece ser que ha llegado el momento. Una inmobiliaria de Almería está promocionando la venta de 94 viviendas (proyecto en desarrollo) en “primera línea de playa” en Cabo de Gata.

El sector a urbanizar tiene una superficie total de 124318 m2 y se sitúa junto a un sistema general de espacios libres (SGEL). La Junta de Compensación del sector estaba integrada por 21 propiedades diferentes y el coste de urbanización del citado sector, según el proyecto de reparcelación del año 2007, ascendía a algo más de 4 millones de euros e incluye la cesión de varias parcelas al Ayuntamiento de Almería para uso educativo, deportivo, servicios de interés público y social y espacios libres.

Si este Plan Parcial se tramitara en la actualidad, tendría que someterse al procedimiento de evaluación ambiental estratégica (EAE) de acuerdo con la Ley 7/2007 de Gestión Integrada de la Calidad Ambiental (Ley GICA). Desde la Asociación Amigos del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar nos preguntamos sobre los efectos para el medio ambiente que tiene urbanizar una superficie tan extensa de terreno y construir 323 viviendas, una parcela para uso turístico de 4032 m2 (muy probablemente un hotel), una parcela para servicios de 2308 m2 (seguramente un área comercial) y otros servicios. Nos preocupa especialmente el consumo de agua (recurso natural muy escaso en nuestra provincia), la depuración de aguas residuales (teniendo en cuenta la escasa capacidad de depuración de la EDAR de Cabo de Gata) y la afección sobre la flora y la fauna del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar.

HÁBITATS DE INTERÉS COMUNITARIO PRESENTES EN LA ZONA.

Consultada la Red de Información Ambiental de Andalucía (Rediam) en lo que respecta a hábitats de interés comunitario en la zona a urbanizar, existen dos de ellos, siendo uno de carácter prioritario (amenazado de desaparición). En la zona a urbanizar hay al menos cinco ejemplares de Ziziphus lotus (arto blanco o azufaifo). Los hábitats presentes son los que se indican a continuación:

Esta urbanización no solo supone arrasar más de 12 hectáreas de terreno con asfalto y hormigón en un parque natural, sino que además tiene como consecuencia el incremento de presión antrópica sobre el territorio en general y sobre la localidad de Cabo de Gata en particular, mayor tráfico rodado, mayor demanda de servicios e infraestructuras públicas y mayor masificación de la zona. A nadie se le escapa que muchas de estas viviendas que se construyan serán destinadas a alquiler turístico o serán segundas residencias de sus propietarios, lo que pone muy en duda la necesidad real de este tipo de urbanizaciones en un espacio natural protegido, en el que deben primar las medidas conservacionistas frente a los intereses particulares de promotores inmobiliarios.

Por desgracia, el ladrillo se impone en el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, con el beneplácito de las Administraciones Públicas. Las protecciones con las que cuenta este espacio natural no sirven para protegerlo del ladrillo, sino que más bien han servido como reclamo para el mismo. A corto plazo veremos como aparecen grúas de construcción en Rodalquilar, San José y Cabo de Gata y detrás vendrán el resto de núcleos de población. No estamos de acuerdo con este tipo de desarrollos urbanísticos, ya que desde nuestro punto de vista, suponen esquilmar el territorio y tienen como consecuencia el deterioro de un espacio natural protegido que fue declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO.